M Á S D R ADO QUE A Z U L
veces, se necesita un ligero cambio de rutina, modificar el camino al trabajo, para generar un efecto positivo sobre lo que nos rodea. Es premisa general. En el futbol aplica algo similar y al menos en Pumas, lo están experimentando tres jugadores, que para este Apertura 2018 cambiaron sus colores. Rosario Cota, Felipe Mora y Martín Rodríguez recalaron en Ciudad Universitaria apenas hace unas semanas, para comenzar un nuevo proceso deportivo, que hasta ahora, les ha brindado inmejorables dividendos. El origen de los tres es el mismo: Cruz Azul; sus circunstancias, dispares. Este grupo de elementos vivía situaciones diferentes en La Noria, que hoy, en el Pedregal, se han homogeneizado. El buen paso de Pumas, tanto en Liga como en Copa, a pesar de ser muy pronto en el calendario, los coloca como futbolistas de importancia en el esquema de David Patiño, aunque sus labores sean diametralmente distintas. Universidad Nacional, líder de la clasificación general en el certamen y puntero de su sector en el torneo alterno, cuenta con socios de pasado celeste, pero con un presente más dorado. Sin embargo, al inicio, las llegadas de los tres representaron dudas para la afición felina, que desconocía si podrían remontar sus antecedentes inmediatos con los cementeros, en los que solo Mora había logrado figurar de buena manera, como estelar; Rodríguez y Cota eran una incógnita, y más que eso, una especie de refuerzos a la baja. Hasta el momento, han demostrado que las percepciones anticipadas se equivocaban sobre sus condiciones en la cancha. Por ahora, se mantienen todos con la oportunidad de ser titulares, a pesar de las diversas instancias que atraviesa el equipo. EnCU han encontrado la fortuna que se les extravió antes.