PRESUNTO ATAQUE A MADURO.
“El presidente está dedicado al bautizo de su nieta Celeste y no a tumbar gobiernos extranjeros”, responden en Colombia al mandatario chavista
El mandatario venezolano acusó al colombiano Juan Manuel Santos de estar detrás del “fallido atentado” durante un desfile en Caracas por los 81 años de la Guardia Nacional Bolivariana.
Caracas anunció que existen detenidos por estos hechos, pero no reveló su identidad
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró haber sido víctima este sábado de un atentado con explosivos y responsabilizó al mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, y a la “ultraderecha” de ambos países del ataque fallido.
Los hechos se registraron durante una parada para conmemorar el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), cuando —según el gobierno— varios drones con explosivos detonaron frente a la tribuna presidencial y otros lugares de la céntrica Avenida Bolívar de Caracas.
Maduro salió ileso pero siete militares resultaron heridos y reciben atención médica.
“Explotó frente a mí un artefacto volador. Una gran explosión, compañeros. Mi primera reacción fue de observación, de serenidad, porque tengo confianza plena en el pueblo y en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, narró Maduro en una alocución transmitida en cadena de radio y televisión.
Sin revelar su identidad, el mandatario socialista anunció la captura de varios implicados.
Una parte del incidente se pudo observar por la televisora estatal VTV. De pie, Maduro estaba a punto de terminar su discurso cuando un ruido llamó su atención y elevó la mirada al cielo, al igual que su esposa, Cilia Flores, y el ministro de Defensa, general Vladímir Padrino López.
Antes de que el canal cortara la transmisión se vio a decenas de militares que rompían filas y corrían de forma desordenada, mientras que fotos posteriores muestran a escoltas protegiendo a Maduro con escudos.
El mandatario aseguró que detrás del ataque están Santos y la oposición venezolana, y evocó lo dicho por el mandatario colombiano esta semana en una entrevista con la AFP de que veía “cerca” la caída del presidente venezolano, a quien tacha de “dictador”.
“Se trata de un atentado para matarme (sic), han intentado asesinarme el día de hoy (...), no tengo duda que el nombre de Juan Manuel Santos está tras este atentado”, sostuvo.
Desde Bogotá, altos funcionarios colombianos afirmaron sobre la acusación: “No tiene base. El presidente está dedicado al bautizo de su nieta Celeste y no a tumbar gobiernos extranjeros”.
Fue “ordenado desde Bogotá y ejecutado por sicarios que ya están capturados”, insistió Maduro, que también manifestó que los “financistas” del atentado están en Florida (Estados Unidos). “Espero que el presidente Donald Trump esté dispuesto a combatir grupos terroristas”, señaló. Los gobiernos de Cuba, Bolivia y Nicaragua (aliados de Caracas) condenaron los hechos. Maduro instó a los militares a estar en “máxima alerta” y a redoblar la inteligencia en la frontera con Colombia, donde el martes asumirá como nuevo presidente el derechista, Iván Duque, duro crítico del venezolano.
El chavista advirtió a la oposición que irá hasta el fondo “caiga quien caiga”. “Es muy grave, se pasaron y se comieron la luz la ultraderecha venezolana, en su odio, en su desesperación”, dijo.
Ex conductor de autobús de 55 años, Maduro llegó al poder en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, quien gobernaba desde 1999 al frente de la “revolución bolivariana”.
El presidente, confrontado a un fuerte rechazo popular por la debacle económica, fue reelegido el pasado 20 de mayo en unos controvertidos comicios que la oposición decidió boicotear por considerarlos ilegítimos.
Su reelección es desconocida por gran parte de los países de América (entre ellos, México y EU), así como por la Unión Europea y otras naciones del Viejo Continente.
Estos hechos suceden en medio de la severa crisis económica que padece Venezuela —el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo—, que se traduce en escasez de productos, hiperinflación y una pésima prestación de los servicios públicos.
El gobernante venezolano denunció en el pasado varios planes de magnicidio y golpe de Estado sin presentar pruebas contundentes. m