¿Contra quién competiste?
Hizo bien el ‘Chicharito’ en respingar a los alevosos señalamientos de que los atletas mexicanos cosecharon toneladas de medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 mientras que los futbolistas aztecas cayeron, como siempre, en la segunda ronda del recientemente celebrado Mundial de Rusia. “Apoyemos, disfrutemos y demos reconocimiento sin fregar otros”, soltó, en su cuenta de Twitter.
Pues sí, una cosa es una competición regional —más allá de que haya participado Cuba, una potencia en el atletismo— y otra muy diferente es enfrentarte a los más poderosos equipos de futbol del mundo en un evento deportivo seguido por millones y millones de espectadores de todas las posibles proveniencias.
Pero, la gente nunca se privará de descalificar a quien pueda, no dejará de arremeter vilmente en contra de cualquiera que tenga un mínimo de presencia pública y no cesará en sus bajezas aprovechando la impunidad que le ofrece el cómodo anonimato de las redes sociales.
Ya puestos, podríamos también comenzar a desvalorar los logros de todos esos deportistas mexicanos que, en los mentados juegos, se enfrentaron a paisitos, con perdón, como San Kitts y Nevis, Surinam, Islas Caimán, Barbados, Aruba y Guadalupe. México cosechó ni más ni menos que 341 preseas —una cantidad absolutamente descomunal en cualquier competición imaginable— de las cuales 132 de fueron de oro, 118 de plata y 91 de bronce. Rematemos la ofensiva descalificatoria declarando que cuando nuestro país logre cosechar oros a raudales en unos Juegos Olímpico o en un Campeonato Mundial de Atletismo, ese día lo habremos de festejar como una hazaña verdaderamente portentosa, sobre todo tomando en cuenta que, a diferencia de las muy pequeñitas naciones mencionadas en las anteriores líneas, somos un país muy grande y muy poblado cuyos resultados deportivos debieran estar, justamente, a la altura.
En fin, celebremos lo que hay que celebrar pero, por favor, no perdamos de vista que no competimos contra las grandes potencias deportivas del planeta. Después de todo, Colombia obtuvo 270 medallas y Venezuela volvió a casa con 155, a pesar de la pavorosa crisis económica y social que atraviesa. Y, desde luego, no hagamos abusivas comparaciones con los futbolistas del Tri porque, a la hora de la hora, esos mismísimos deportistas que acaban de obtener preseas en Barranquilla no logran siquiera la calificación para participar en la gran cita olímpica mundial o, si llegan, son eliminados a las primeras de cambio. Pues eso.