RECUERDAN ENTRE AMIGOS A CANTORAL
Conmemoran el octavo aniversario luctuoso en su terruño, Tampico
La memoria de Roberto Cantoral García cobró vida como nunca antes en su tierra natal, gracias al homenaje que se le ofreció en el Teatro Metropolitano de Tampico por parte de Grupo Multimedios, la Sociedad de Autores y Compositores de México y el gobierno de Tamaulipas.
Roberto Cantoral Zucchi, momentos después de develarse una placa conmemorativa ante los testigos de honor Armando Manzanero, Carlos Cuevas, Martín Urieta, Gil Rivera y Salvador Aponte, resaltó que su padre es un “huasteco de corazón”. “Quiero agradecer a Multimedios, a MILENIO, por este gran esfuerzo de hacer un homenaje a mi padre; a nombre de mi madre, mi hermanos José, Carlos, y de mi hermana Itatí les agradecemos este bello tributo, y sobre todo compartirlo con grandes compañeros de la música mexicana. “Gracias a todos por ese cariño tan grande; dicen que el agradecimiento es la llave del corazón, y es un gran orgullo el que sentimos la familia Cantoral”.
Durante el reconocimiento pidió no olvidar que su padre inició con los huapangos “El preso número 9” y “El crucifijo de piedra”, por lo que reiteró será siempre un “huasteco de corazón”.
Armando Manzanero dijo que todos han hablado de Roberto Cantoral como compositor y músico, como embajador; “pero hablemos de lo que hizo para toda una generación de compositores: nos enseñó a que todo compositor debe componer con el conocimiento del derecho de autor. “A mí me enseñó cuáles eran mis derechos y mis deberes; los compositores de ahora tienen seguro social, o un pavo, pues decía que ningún compositor del mundo, y sobre todo los mexicanos, debía carecer de recursos para llevar un pavo a la casa en Navidad”.
Dijo que en su época los compositores eran, no víctimas, pero sí resultado de editoriales donde se quedaban con 50% de la ganancia de la melodía. “De una canción que sale en una película que generó 30 mil dólares, el autor se queda con 15 mil, entonces es cuando empieza a doler. Cantoral nos enseñó a administrar nuestra propia obra”. El recital inició a las 19 horas con las interpretaciones de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, después se proyectó un video para reseñar la vida y obra del maestro tamaulipeco.Gil Rivera tomó el escenario para interpretar “Regálame esta noche”, “El triste” y “Al final”; Salvador Aponte hizo lo propio con “Soy lo prohibido” y “Noche, no te vayas”; en tanto que Carlos Cuevas ofreció “El reloj” y “La barca”Manzanero se acompañó de su piano para sumarse al tributo a su amigo y dijo: “Interpretaré una de sus canciones menos conocidas, pero igualmente bellas”, “Maldición de quererte”; y cerró con su versión de “El reloj”.