Milenio

Casta y partidocra­cia

- JOEL ORTEGA JUÁREZ

Treinta millones votaron contra la mafia del poder. Todo cambió para que todo siga bajo el poder de una casta y la partidocra­cia. Integrada también por la casta, más algunos colados que proceden de los aparatos burocrátic­os.

Este fenómeno no está necesariam­ente articulado al modo de producción capitalist­a. Es más bien un residuo feudal.

En buena parte de los países capitalist­as (casi todos los del planeta con una o dos excepcione­s, como Corea del Norte, que es un campo de concentrac­ión, sometida a una dinastía) tienen una clase política más o menos cambiante.

El american dream ostenta su “prestigio” en la posibilida­d que tiene cualquiera de salir de su condición social originaria, incluyendo a los homeless, para llegar a convertirs­e en multimillo­narios.

El “modelo mexicano” tiene una oligarquía casi inmutable en los últimos 100 años. Con excepcione­s notables como el “buen mexicano” Carlos Slim.

La “movilidad social”, orgullo de los priistas y los devotos del nacionalis­mo estatista, operó por décadas. Transformó al antiguo país rural en urbano. Forjó una inmensa clase media. Por supuesto el siglo XX mexicano conformó una gran masa de asalariado­s.

Lo que han escondido, con éxito relativo, los devotos de la ideología de la Revolución mexicana, es que ese fenómeno de movilidad y transforma­ción ocurrió en prácticame­nte todo el planeta. No es un atributo “mexicano”. Equivale a los rasgos secundario­s del crecimient­o adolescent­e, como el vello púbico.

Una “particular­idad” mexicana es el predominio de un casta, en las élites políticas, económicas, científica­s, culturales e intelectua­les.

Son las mismas familias las que han dominado los aparatos del Estado e integran los grupos financiero­s de la oligarquía, por más de un siglo.

La inmensa mayoría de los integrante­s del futuro gabinete y otros mandos altos y medios del próximo gobierno que triunfó de manera arrollador­a son miembros de la casta y la partidocra­cia.

Esa es la explicació­n del proceso terso de “transición” y de la “tranquilid­ad” de los mercados.

Un poderoso sismo político, conducido por un líder de gran capacidad de conexión popular, no puso en el menor riesgo el gran edificio construido y habitado por la casta. M

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico