Ópera Simbad aborda las tribulaciones de los niños
La obra trata la angustia de Mau durante el tránsito de la niñez a la adolescencia
Para contar la ópera de Simbad —que no es sobre él sino sobre Mau— pasaron 15 años, que es el tiempo que se conocen, desde que estudiaban la licenciatura en canto operístico en el Conservatorio Nacional de Música, los fundadores de la compañía Ópera Irreverente, Luis Felipe Losada y Mauricio Jiménez Quinto, quienes también se hacen llamar Los Socios del Ocio.
Mau, el protagonista de esta historia, es el reflejo de estos dos amigos, que desde hace cuatro años, cuando fundaron su compañía de ópera, se echaron encima el propósito de difundir este género de música entre los niños. “Es —explica Losada a MILENIO— un chico adolescente con un profundo miedo a la oscuridad, porque nunca se sabe qué es lo que se esconde detrás de aquello que no podemos ver y la incertidumbre siempre es aterradora. “Pero, armado con un compendio de cuentos que le obsequió su madre antes de morir y con la referencia del marino, este pequeño enfrenta su más grande miedo para superarlo”.
Entre escenas musicales, diálogos y narraciones, la historia combina dos mundos: el de la fantasía y el de la realidad del pequeño Mau, ambos muy influidos por las lecturas acerca de las aventuras de Simbad el Marino. A partir de este motivo, sus creadores exploran temas como el miedo a crecer y a la incertidumbre, y cómo se acompañan con los estereotipos de una sociedad que se quedan grabados en la memoria de los más pequeños.
Con ayuda de Valerio Vázquez, el famoso clown mexicano que cuenta con estudios de licenciatura en dirección de escena en Rusia y con especialidad en circo, el montaje se vuelve muy dinámico, tanto que a veces pa-
Con la referencia del marino, el pequeño enfrenta sus más grandes miedos
rece un musical. “Sin embargo, lo que nos mantiene dentro del género operístico es la técnica del canto lírico”, aclara Losada.
También señala que con la colaboración de Vázquez se está ayudando a todos los intérpretes a romper sus propios límites físicos: “Nunca se le ha pedido al cantante de ópera que deje de ser estático; lo que importa es que cante bien, pero en este caso no, estamos también tratando de expresar más allá de la voz. “¿Y si me crece la barba rosa?”, se pregunta el pequeño Mau, inspirado en uno de los personajes de su ficción, como la que elaboramos casi todos cuando somos pequeños. Así, de acuerdo con Losada, “también es una ópera que habla de lo difícil que puede ser crecer; Mau también se siente atemorizado frente a otros niños más fuertes, más altos, más inteligentes. Y tampoco sabe qué va a ser de grande”.
Tal como lo hicieron en Elefante, ópera en espacio mínimo, Los Socios del Ocio se adentran en el universo de los niños para abordar problemas y circunstancias típicas de la transición de la niñez a la adolescencia. Ahora la historia sucede en un contexto más “oscuro” y conserva la esencia de sus creadores al agregar tintes cómicos, épicos e hilarantes.
Simbad se estrenará como parte de la celebración del Ciclo de Ópera Infantil del Cenart, para niños de 6 años en adelante, con funciones dobles: hoy y mañana a las 12 y 14 horas, en el Teatro de las Artes, Río Churubusco 79, colonia Country Club. m