Nicaragua rechaza Grupo de Trabajo de la OEA
El gobierno de Daniel Ortega calificó de “injerencista” y negó la entrada al país del colectivo, que quiere dar seguimiento a la crisis
El gobierno de Nicaragua declaró ayer “inaceptable” la presencia de un Grupo de Trabajo creado por el Consejo Permanente de la OEA, al que calificó de “injerencista” y al que, según dijo, no le abrirá sus puertas para dar seguimiento a la crisis que atraviesa este país, la más sangrienta desde los años 80 y que ha dejado entre 317 y 448 muertos, aunque el gobierno cifra las víctimas en 198. “El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua declara inaceptable la presencia en nuestro país de la comisión injerencista integrada el jueves 9 de agosto por el gobierno de Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos”, señaló el Ejecutivo nicaragüense en una declaración.
El gobierno del presidente Daniel Ortega acusó a ese Grupo de Trabajo de haber sido conformado y dirigido por Washington, desde la OEA, en su afán “de seguir interviniendo en los asuntos internos de Nicaragua”, por lo que, sostuvo, “no son bienvenidos a nuestro país”. “Por lo tanto, no serán recibidos en nuestro suelo patrio”, afirmó.
El gobierno explicó que suscribió esa declaración de conformidad con sus políticas de seguridad soberana, dignidad nacional, “y de exigencia de respeto a nuestras decisiones de Estado”.
La creación del Grupo de Trabajo, que busca apoyar el diálogo nacional y contribuir a la búsqueda de soluciones a la crisis que vive Nicaragua, fue aprobada el 2 de agosto mediante una resolución, que recibió el aval de 20 de los 34 países que son miembros activos de la OEA.
El grupo integra a Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guayana, México, Panamá y Perú, y tiene por objetivo colaborar en el proceso de diálogo nacional en el país centroamericano y articular medidas de apoyo, acompañamiento y verificación.
Mientras, unos cinco mil nicaragüenses salieron ayer a las calles de Managua para exigir al gobierno de Ortega la liberación inmediata de los encarcelados en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde el pasado 18 de abril y por la “paz y justicia para Nicaragua”.
La marcha discurrió por los barrios más populosos y humildes de Managua. m