Alargar el cuerpo con yoga para un despertar consciente
Como establecimos en la entrega pasada, la Fascia es el tejido conectivo que une todas y cada una de las partes del cuerpo, en términos prácticos puede entenderse como la membrana o red tridimensional delgada, elástica y dinámica que corre de la cabeza a los pies, de atrás a adelante y del interior al exterior, “cubriendo, soportando y envolviendo los músculos esqueletales”.
El sistema fascial necesita ser flexible y mantenerse hidratado para tener un movimiento saludable. Las contracturas, la tensión, el trauma y la lesión pasan a través de las líneas fasciales y cuando esto ocurre, la fascia se endurece y bloquea el flujo de oxígeno y de nutrientes en el sitio lesionado, de ahí la importancia de mantenerla sana.
Para activar la fascia, este sistema debe alargarse. El yoga, junto con la respiración profunda, beneficia a los cuerpos rígidos y sedentarios y promueve un sistema fascial saludable. El yoga integra un equilibrio entre la contracción y el alargamiento de los músculos, lo que permite que una persona esté “despierta”, consciente y sintonizada con su fisiología.
Elizabeth Kovar, experta en temas de salud, fitness y yoga en su artículo “Cinco movimientos de yoga para el estiramiento de liberación miofascial”, ubica las líneas miofasciales principales que pueden trabajarse con yoga.