Isak Andic, de vender playeras hippies a magnate de la moda
La empresa pasó de un pequeño establecimiento en un mercado catalán a facturar cerca de 3.8 mdd en 2006
Darle nombre a una empresa es todo un arte, porque puede significar la diferencia entre la delgada línea del éxito o el fracaso. Los cánones dicen que es clave que sea fácil de escribir, pronunciar y recordar, pues así conectará más rápido con el consumidor, quien impulsado por la curiosidad comprará los productos.
Lo anterior lo vivió en carne propia el empresario español Isak Andic, quien tenía todo listo para montar su propia marca de ropa; sin embargo, le faltaba un pequeño detalle: el nombre.
Pensó que la tarea sería sencilla, pero para nada lo fue, así que para relajar su mente decidió hacer una pausa y viajar a Filipinas, donde curiosamente encontró la inspiración en una fruta que ahí probó por primera vez: el mango. El nombre le pareció perfecto para su firma, era corto, fácil de de pronunciar y pegajoso.
Así, en 1984 nació Mango, la ahora mundialmente reconocida empresa minorista de ropa casual. La carrera de Isak Andic comenzó a los 17 años, cuando vendía playeras estilo hippie en varias tiendas por encargo en Barcelona. Posteriormente se independizó con su propia sucursal en un mercadito catalán.
Con sus ganancias decidió expandir su negocio, por lo que empezó a importar ropa bordada a mano desde Afganistán, la cual vendía por toda España a bordo de su auto.