DERROTA QUE DUELE DOBLE
PUMAS NO SOLO SUFRIÓ SU PRIMER REVÉS DEL TORNEO, AYER EN CASA DE RAYADOS, TAMBIÉN DEJÓ IR LA CIMA
Hay días en los que se comienza con el pie izquierdo, más allá de nuestras intenciones por sobresalir y acumular éxito. Para Pumas fue un sábado atropellado y en un escenario difícil. En la cancha del Monterrey, Universidad Nacional sucumbió ante un sinodal con características definidas y un futbol que despierta la capacidad defensiva de cualquiera, debido a los jugadores en ataque. No fue la mejor noche para los del Pedregal, que desde el comienzo del duelo sufrieron los embates de los regiomontanos. El desenlace ocurrió como se preveía: triunfo, aunque fuera por la mínima para Rayados.
Corría el minuto 3 cuando Nicolás Sánchez adelantó a los de casa. En un tiro de esquina, cobrado por Dorlan Pabón, el argentino se elevó venciendo a Luis Quintana y Alan Mendoza, para vulnerar la portería de Alfredo Saldívar. Se venía la penumbra en una noche oscura, fría; el rostro de los visitantes lo reflejaba todo: frustración, incapacidad y hasta dolor. Desde el área técnica, David Patiño manoteaba, gritaba eufórico y vivía el encuentro al máximo. Duelo sufrido, en el que Rayados dominaba la pelota, las mejores acciones y por supuesto, tenía en sus manos el destino del mismo.
Una vez más, ahora al 7’, en otro tiro de esquina, Pabón volvió a poner la pelota en el corazón del área de Pumas, con la intención de encontrar un rematador. La pelota rebasó a Luis Madrigal, que no pudo conectar adecuadamente el esférico; a éste sí llegó Jonathan González, que trató de prender el balón con potencia, pero Alan Mozo impidió que llegara a puerta de manera franca. En el desvío, el lateral le entregó la redonda a Nico Sánchez, que la prendió de forma estética con una chilena, que esta ocasión, Saldívar sí contuvo. El peligro era inminente. Las mejores sensaciones eran de Rayados.
Más allá de esfuerzos escuetos, de desdobles que no funcionaron a fin de cuentas, Pumas trataba de agrupar futbolistas en la media cancha, donde Rayados le ganaba las espaldas; quizás sin tanta posesión, pero sí con constancia. Al 27’, en prácticamente un mano a mano de Carlos González con Marcelo Barovero, Universidad Nacional tuvo su opción más clara, pero la tardía decisión del paraguayo y la salida a tiempo del arquero argentino. En dos tiempos, el ariete perdió el duelo ante el veterano. La jugada personificaba el momento en la cancha de los felinos.
Además de la ineficacia, el cierre del primer tiempo trajo consigo un par de lesiones relevantes por cuenta de Pumas. Luis Quinta, que volvió ante Rayados después de un par de semanas en recuperación, se resintió de los males musculares que lo aquejaron antes; Pablo Jáquez ocupó su puesto. Mientras que el propio Carlos González, que había sido referente en el ataque felino, también se resintió de una lesión y fue sustituido por Matías Alustiza. Universidad Nacional sucumbía en presión y hasta en elementos relevantes. El escenario no era el más favorable.
El segundo tiempo no fluyó distinto. Monterrey dominaba otra vez. Cada oportunidad que los Rayados tuvieron, mostraron su poderío, capacidad y hasta desdobles; Pumas mejoró conforme corrió el segundo tiempo, las transiciones entre defensa y ataque, sobre todo por la banda derecha, entre Alan Mozo y Pablo Barrera, siempre le dieron estabilidad y oportunidad a los felinos. Pero hasta ahí. Matías Alustiza y Felipe Mora se quedaron sin grandes opciones frente al arco de Barovero. De hecho, fue al 79’, cuando el atacante chileno prendió la pelota y la estrelló en el larguero de Rayados.
Pumas no logró consolidar sus opciones. Monterrey, pese a contar con una de las mejores nóminas del futbol mexicano, se desvaneció ante la presión de la visita. Sin embargo, no fue suficiente. Universidad careció de efectividad de cara al arco enemigo y se marchó de la Sultana del Norte con una derrota, la primera del torneo; desde hace una semana, cuando empataron sin goles ante Pachuca, en el Olímpico de CU y hasta ahora, con el descalabro que les arrebata el invicto, el cuadro felino ha sido otro al que inició el certamen. Van a la baja y no parecen encontrar respuesta.