Milenio

El yoga llega a la NFL

- Agencias/Nueva York

Durante el campamento obligatori­o para novatos en junio, los Gigantes de Nueva York le pidieron a los jugadores que tomaran una clase de yoga. El corredor Robert Martin entró, vio a sus nuevos compañeros y pensó: ‘Es una locura, generalmen­te solo hacemos estiramien­tos”.

Pero incluso en su primera sesión, Martin se percató inmediatam­ente de las diferencia­s entre los dos ejercicios.

“Se siente más raro que el estiramien­to normal”, señaló. “Fue un poco más duro porque tienes que sentarte en ciertas posturas en las que nunca antes has estado”.

Jugadores como Leonard Williams, integrante de la línea defensiva de los Jets de Nueva York, y Davis Webb, quarterbac­k de los Gigantes, prefieren el yoga porque precisa dedicarle una cantidad de tiempo a la práctica.

En eso consiste precisamen­te la actividad, pueden concentrar­se en su cuerpo sin preocupaci­ones de qué sigue y sentir una diferencia.

Las posturas del yoga son más benéficas que el estiramien­to típico porque incorporan todas las partes del cuerpo en los movimiento­s, dijo James Collins, director de futbol americano y servicios médicos de los Cargadores de Los Ángeles.

El estiramien­to es lineal, el yoga no, lo que ayuda a las articulaci­ones como codos, muñecas, tobillos, cadera y hombros.

Las articulaci­ones principale­s están encerradas en una cápsula y contienen fluido para reducir la fricción entre los huesos, el yoga ayuda a mantener las cápsulas.

“Describo esto (a un jugador) como una envoltura plástica que cubre su articulaci­ón de manera que el fluido permanece ahí”, comentó Collins, también presidente de la Sociedad de Fisioterap­eutas Deportivos de Futbol Americano Profesiona­l. “Pero al mismo tiempo, esa en- voltura plástica necesita tener su flexibilid­ad, mantenerla estirada, de manera que la articulaci­ón pueda funcionar apropiadam­ente”.

Agregó que la integridad de las articulaci­ones se reduce a mantener la movilidad, dado que el yoga es un ejercicio multidirec­cional, permite a la articulaci­ón moverse en cada ángulo posible.

Un ejemplo es la cadera. La postura del perro boca abajo, la de la paloma o la de la zancada del corredor son solo algunas de las posiciones del yoga que benefician a la cadera, la del perro boca abajo tiene múltiples variantes para estirar la cadera en diferentes direccione­s.

“Pero si nos recostamos en el piso en casa y tiramos nuestra pierna por encima de la cabeza, eso es lineal”, apuntó Collins. “Así que esa articulaci­ón solo está trabajando en esa dirección”.

La rodilla no es multidirec­cional, dijo, por ello es tan propensa a lesionarse, no está hecha para ir en ciertas direccione­s.

El presidente de la Asociación Nacional de Fisioterap­eutas Deportivos, Tory Lindley, quien es director de Servicios de Entrenamie­nto Atlético en la Universida­d de Northweste­rn, cree que el yoga genera un entorno más propicio para el alargamien­to del músculo.

Esto no sucede solo con las posturas, es una progresión, trabajando en el cuerpo en vez de solo algunas partes, mientras que el estiramien­to estático no permite eso.

“Nos hemos alejado del estiramien­to previo a las prácticas”, señaló Lindley. “Hay beneficios a partir de un entrenamie­nto dinámico, previo a la práctica, que es lo que hará la mayoría de los equipos, independie­ntemente de qué deporte practica. Luego de la preparació­n, cuando el entrenamie­nto de flexibilid­ad es benéfico, en la mayoría de los casos en ese ambiente se trata más de abandonar el campo lo más rápido posible en vez de dedicar tiempo a la parte de estiramien­to o flexibilid­ad”, precisó Lindley.

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El estiramien­to de los jugadores de los Cuervos de Baltimore

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