Para ricos
privada nacional que quiere tener sexo con alguien inmediatamente se le condenaría.
En MTV, no. En MTV se le apoya, se le festeja y se le admira.
E igual, si cualquier persona se animara a quitarse la ropa, a emborracharse o a hacer desfiguros en televisión abierta privada nacional, sería nociva, vulgar.
Y si ese hombre o esa mujer fuera pobre, gorda, vieja, morena o lo que la televisión nos ha enseñado a calificar como poco agraciada, peor. ¡Quítenla! ¡Qué porquería! ¡Televisión basura!
Bueno, ya, el colmo. ¿Realidad? ¿A alguien le importa si las cosas que pasan en las emisiones de MTV son de verdad?
¿A dónde quiero llegar? Quiero aprovechar el estreno de La venganza de los ex para que reflexionemos sobre lo que está pasando aquí.
¿Por qué Enamorándonos es malo y lo de MTV, bueno? ¿Por qué a la televisión de los ricos le perdonamos lo que no le permitimos a la televisión de los pobres?
¿Sabe usted lo que se podría hacer en televisión abierta si la mayoría de las producciones tuvieran los presupuestos, el tiempo, las condiciones y el número de capítulos con los que se trabaja en la televisión de paga?
Muchos medios juegan a la doble moral. ¿Y nosotros? ¿Cuántos de nosotros no somos iguales?
Busque Enamorándonos, La venganza de los ex, compare, diviértase y reflexione.
¿Qué está pasando aquí? ¿Hacia dónde van los dating shows (programas de citas) en México y el mundo? ¿Por qué están resurgiendo con tanta fuerza hoy, cuando se supone que nuestras inquietudes van por otro lado? ¿Por qué?