La lengua, forma de resistencia: Iwasaki
“Nuestros abuelos, probablemente con menos formación, utilizaban más vocablos”, señala
Vivimos un tiempo en el que el inglés es la lengua dominante. Por lo menos la realidad quiere imponerla como el esperanto de nuestra época, cuando el español atraviesa por uno de sus mejores momentos, sobre todo en la parte cuantitativa, asegura el escritor peruano Fernando Iwasaki. “El español es nuestra cultura y nuestra memoria, por ello somos los más creativos en el planeta: es una lengua asociada al placer, al musical, gastronómico, literario... tenemos grandes creadores en español, aun cuando en la parte científica y técnica no estemos a la misma altura”.
Ganador del IX Premio Málaga de Ensayo por su libro Las palabras primas, el también historiador reconoce que a nuestra lengua la atendemos muy poco, sobre todo por los aparatos de comunicación, porque “muchas veces no desactivamos el corrector y escribimos un mensaje que el mismo aparato cambia, aun cuando no siempre sea lo que queríamos, y lo hace porque no tiene cargado en su memoria palabras que nosotros usamos. “Las lenguas, en este caso, son formas de resistencia contra esa especie de unificación: nos resistimos a ser disueltos y, por eso, el español es una lengua muy activa. En internet es la segunda lengua con más presencia después del inglés; que no está orientada a la ciencia y al conocimiento, es verdad, y es algo que debemos mejorar”, a decir de Fernando Iwasaki, autor de títulos como Libro de mal amor.
Los problemas de la lengua con las distintas herramientas tecnológicas no dependen exclusivamente de éstas, asegura Iwasaki, sino del uso y del espacio que les cedemos en nuestras vidas, lo que de alguna manera
Los 140 caracteres de Twitter se han convertido en la medida que se impone hoy, señala
se refleja en Las palabras primas (Páginas de espuma, 2018). “No sé —dice Iwasaki— en cuántas familias mexicanas ocurrirá esto, pero en España lo veo mucho: se sienta la familia a comer y cada uno está con su teléfono, y hay una especie de pudor a volver a los tiempos en que el papá decía ¡guarda eso!… ahora debemos tener gran comprensión, pero no: ya la vida laboral es bastante complicada para reunirse una vez a la semana, para que encima estemos con el aparato”.
Los 140 caracteres de Twitter se han convertido en la medida que se impone, lo que sí termina por afectar al uso de la lengua española en nuestro tiempo; el mismo Iwasaki lo observa con sus alumnos en la Universidad Loyola, Andalucía, donde imparte cátedra en las facultades de Comunicación y Relaciones Internacionales, “a quienes les insto a que me escriban una carta pidiendo perdón y nunca me hubiera imaginado que eso les genere tantos problemas”, enfatizó Fernando Iwasaki. “Lo que se busca es que el mensaje sea breve, conciso, en un universo limitado de palabras y que, además, sea con términos estándares: nuestros abuelos, probablemente con menos formación académica, usaban más palabras”, reconoce Iwasaki, quien hoy, a las 19:30, presenta Las palabras primas, en la Fundación Elena Poniatowska (José Martí 105, colonia Escandón), con los comentarios de Armando Vega Gil y Eduardo Limón. m