La cuarta transformación pasa por la Segob
Como secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero será puente entre López Obrador y los gobernadores; el caso Iguala, la pacificación del país y la despenalización de la mariguana y la amapola están entre sus grandes retos
Grandes y complejos retos esperan a quien fungirá como la próxima secretaria de Gobernación: Olga Sánchez Cordero, sobre todo porque la cuarta transformación lopezobradorista ineludiblemente pasará por Bucareli 99.
La vida de Sánchez Cordero ha sido de grandes retos. Como se recordará, fue la primera notaria pública en México y la novena que llegó como ministra de la Suprema Corte de Justicia.
Mujer liberal, sensible y sencilla, será puente entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores en un ambiente un tanto crispado tras el anuncio de los coordinadores estatales en el nuevo gobierno.
Las dudas sobre posible atropello a la soberanía estatal deben ser resueltas a cabalidad. Su buena fama de saber escuchar y dar la razón a quien la tenga, augura una buena relación entre los mandatarios estatales y la nueva administración federal.
La legalización de la mariguana y la amapola será otro de sus retos en aras de buscar la pacificación del país. Al respecto, su postura ha sido clara: “Ya despenalizaron Canadá y casi la mitad de Estados Unidos (mariguana), ¿y nosotros cuándo?”.
Su vocación de avanzada le permite manejar con familiaridad estos temas; de la amapola se ha pronunciado a favor del uso farmacéutico para la elaboración de morfina en plena coincidencia con el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores.
Separar de la Segob la seguridad pública y reorientar el papel del Cisen sin duda ayudarán en el reto de disminuir los elevados índices de violencia.
Otro tema no menos importante será la creación de las comisiones de la verdad, en especial la del caso Iguala por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
La sensibilidad de madre de la ministra en retiro le permitirá entender muy bien el dolor y la desesperación de los padres de familia. Amnistía y justicia, perdón y legalidad, son binomios que en apariencia se contraponen, pero son parte de un necesario proceso de reconciliación.
Conducir la transformación de la República, sin incurrir en los excesos de un presidencialismo que tanto daño ha hecho al país, es parte de la complejidad en los retos de la futura secretaria de Gobernación. Pero estoy convencido de que su designación es uno de los grandes aciertos del presidente AMLO.
Humildad y sensibilidad me hacen prever a Sánchez Cordero no como la secretaria de hierro, sino como la secretaria humana. Del anecdotario:
Me habían hablado de Alejandra Frausto, pero no la conocía; algunos amigos ponderaban su trabajo en materia de cultura en la administración de Andrés Manuel López Obrador y posteriormente con Marcelo Ebrard. La invité a tomar un café. —¿Usted es de Guerrero? —No, señor, pero me siento muy vinculada a ese estado.
—¿Por qué?
—Mi padre don Antonio Frausto ha vivido la mayor parte de su vida en Taxco, y ha sido un gran promotor de las artesanías muebleras y la cultura de esta bella ciudad.
—Entonces es usted “cuasi” guerrerense. —Así es, don Ángel. —¿Le gustaría colaborar como mi directora del Instituto Guerrerense de la Cultura?
—Quiero darle un gran impulso a la cultura y las artes como un mecanismo de transformación social, le daré rango de secretaría.
Se entusiasmó y nos pusimos a trabajar. Empezamos a fomentar la creación de orquestas infantiles y juveniles a lo largo y ancho del estado.
La de ciudad Renacimiento era emblemática porque algunos niños tendían a tomar el camino de la delincuencia; le proporcioné 200 instrumentos musicales para iniciar con esta orquesta, en una área convulsionada por la delincuencia y la pobreza.
Alarmada me llamó: “Don Ángel, están llegando muchos niños que quieren formar parte de la orquesta, incluso algunos llegan sin la compañía de sus padres”.
Me conmovió. ¿Cuántos instrumen-
Ganó AMLO y vino la noticia que nos invadió de alegría: Alejandra Frausto, próxima titular de Cultura
tos musicales adicionales necesita?, le pregunté. —Por lo menos 50… —Adelante, cuente con todo mi respaldo.
A los pocos meses nos visitó el presidente Peña Nieto, precisamente a Renacimiento, que había tomado como base la orquesta infantil, dirigida magistralmente por el maestro Amílcar y teniendo como tutores musicales a integrantes de la orquesta Filarmónica de Acapulco, que formamos con el apoyo de Miguel Limón Rojas en 1997 y que hoy continúa siendo el orgullo musical de los guerrerenses.
Le pedí a Alejandra que preparara una presentación. Al presidente Peña le fascinó. —Oye, gobernador, ¿y estos niños de dónde los sacaste?
—Una buena parte son niños de la calle, Presidente. —¡No me digas! —Y lo estamos haciendo en todas las regiones, pues prefiero que traigan un instrumento musical a un arma. —¡Te felicito de verdad! Llamé a Alejandra para darle su crédito; la presente con el Presidente.
—Muchas felicidades, Alejandra, es extraordinario lo que están haciendo; ¿cuánto tiempo les llevó echar a andar esta orquesta?, preguntó el Presidente.
—Seis meses, señor presidente, respondió.
—Alejandra, no puede ser, no puede ser… ¿en tan solo seis meses?
—Sí, señor presidente, gracias al apoyo de mi gobernador.
Llamó a Rafael Tovar y de Teresa (QEPD), entonces director de Conaculta.
—Mira, Rafael, esto que están haciendo en Guerrero es maravilloso, hay que impulsarlo a escala nacional. —¡Así será, señor presidente! A los pocos días llegó Alejandra a mi oficina y me pidió que la recibiera.
—¡Ay, don Ángel!, vengo muy triste, porque no sé qué hacer. —¿Qué pasa, Alejandra? —Es que Rafael Tovar y de Teresa me está invitando a colaborar a escala nacional para que impulsemos algunas acciones similares a las de Guerrero, y pues yo la verdad no me quiero ir, estoy muy contenta aquí.
—A ver, Alejandra, si es para su crecimiento personal y profesional, ni lo piense, váyase a incursionar al ámbito nacional, ¡solo no se olvide nunca de Guerrero!
—Eso ni me lo diga, don Ángel, Guerrero me lo llevo tatuado en mi corazón.
Meses después hablamos de cómo la trataban en Conaculta; la sentí no muy satisfecha, no la estaban apoyando como ella esperaba.
Poco tiempo después me compartió que renunciaría para incorporarse de lleno a la campaña de Andrés Manuel López Obrador… la felicité: “Usted está tomando la mejor decisión, mi querida Ale, le deseo la mejor de las suertes”.
Ganó AMLO y vino la noticia de la que nos sentíamos parte de ella, nos invadió la alegría de saber que una “cuasi guerrerense” será la próxima secretaria de Cultura a escala nacional.
Los tiempos por venir para nuestro querido estado serán venturosos en materia cultural, no tengo duda, porque estoy cierto que el corazón tatuado de Alejandra sigue siendo de Guerrero.
¡La política es así! m *Ex gobernador de Guerrero; militante del PRD