Renacer, su única misión
Tras un desalentador 2017, Tampa está obligado a recomponer el camino
Cada inicio de temporada suele ser esperanzador para la mayoría de los equipos; triunfos y playoffs es a lo que aspiran jugadores, entrenadores, dueños y fans, pero el de Tampa Bay no parece ser el caso. Y aunque la responsabilidad en un equipo es compartida, el QB carga con el mayor peso. Y es que desde la llegada de Jameis Winston se ha pensado que él es quien le devolverá al equipo un rol protagónico en la Liga, pero los deseos y los resultados no empatan. Ya son tres sus años y al final no pasa nada.
En su paso por la NFL, el pasador ha lucido en lo personal, sobre todo en sus dos primeros años con más de 4 mil yardas por aire en cada uno, aunque en 2017 quedó lejos, incluso se perdió tres partidos por lesión; pero su gris panorama no termina ahí, pues ahora se perderá los tres primeros de 2018 por una suspensión que recibió por hostigar sexualmente a una conductora de Uber. Como pasó en 2017, Ryan Fitzpatrick tomará su lugar, ahora para abrir esta campaña y de hacerlo bien quién sabe si Winston recupere la titularidad.
En el equipo, sin embargo, no todo es malo. Su grupo de receptores es uno de los más prolíficos en la NFL, de hecho terminó como el número cuatro con más de 4 mil 600 yardas, de las cuales Mike Evans, Adam Humphries y DeSean Jackson aportaron 2 mil 300, ellos deberán mantener su nivel.
A la defensiva su gran incorporación es Jason Pierre-Paul, quien luego de ocho años con los Gigantes llega a reforzar una sólida línea que encabeza Gerald McCoy, líder de los Bucs en capturas el año anterior. Su grupo de apoyadores también es de élite, Lavonte David y Kwon Alexander serán de nuevo quienes mantendrán al equipo en la pelea cada semana.
Este año, las selecciones colegiales fueron básicamente defensivas con el tacle Vita Vea y el linebacker Jack Circhy, y los profundos M.J. Stewart, Carlton Davis y Jordan Whitehead.
Al ataque optaron por Ronald Jones II, un corredor que lució con USC y a quien llevarán poco a poco para respaldar a Peyton Barber en el backfield, unidad que apenas le alcanza para ser la número 27 en la Liga.
El inicio de su calendario incluye visitar a Nueva Orleans para luego atender al campeón Filadelfia y a Pittsburgh, difícil desde el ángulo que se le vea. Los resultados que logre en las tres primeras semanas serán clave, de hecho pueden definir la suerte que tendrá Tampa Bay.
El tiempo se agota, Dirk Koetter lo sabe y no tiene mucho margen de maniobra. Playoffs o adiós.