LA CANTERA CUMPLE
EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS, PACHUCA SE HA CONSOLIDADO COMO EL MEJOR EXPORTADOR DE LA LIGA MX; VENDE EN EL MERCADO NACIONAL E INTERNACIONAL
Hay una prioridad muy clara en el Pachuca: fomentar la cantera. Este fenómeno no es nuevo, al contrario, remitirse a los Tuzos es hacerlo a hace más de cuatro años, cuando el proyecto de sus fuerzas básicas comenzó a darle un rumbo diferente. A mediados del 2013, Héctor Herrera fue transferido al Porto de Portugal; lo que parecía una venta relevante, pero arraigada, se convertiría en el comienzo de varios movimientos. Si bien el cuadro de la Bella Airosa ya optaba por darle minutos a sus muchachos, lo de HH terminó por catapultarlos.
De manera inmediata a la salida de Héctor Herrera, Enrique Meza, entonces el entrenador de Pachuca, le brindó puestos estelares a una camada con características sobresalientes. En ella se encontraban, entre otros, Hirving Lozano, Jürgen Damm, Rodolfo Pizarro y Érick Gutiérrez. Con el Ojitos como encargado, los Tuzos llegaron a la final del Clausura 2014 y aunque sucumbieron en sus aspiraciones campeoniles, el escenario sirvió para darle realce a sus jóvenes promesas. La Liga Mx sabía de antemano que este equipo si algo tenía era pegada y velocidad.
Los destinos de todos ellos se fueron disipando con el correr del tiempo. Hirving y Érick hoy son parte del PSV Eindhoven, cuya proyección apunta y los mantiene en la selección nacional absoluta; Pachuca los transfirió al cuadro holandés en cifras menores por las que Jürgen y Rodolfo se marcharon a Monterrey, con Tigres y Rayados. Fue un completo negocio para los Tuzos, que además de foguearlos e intentar conquistar el campeonato, los terminaron traspasando, con cantidades que ayudaron más tarde al propio club a producir mayor cantidad de talentos.
De hecho, en la misma camada a la que pertenecían Chucky, Érick y Pizarro, otros elementos como Dieter Villalpando, Heriberto Olvera y Miguel Herrera, que no alcanzaron el nivel ni de Jürgen ni de Rodolfo, para convertirse en estelares de conjuntos mediáticos y de gran renombre, sí han logrado afianzarse con clubes con menos reflectores, pero con actuaciones relevantes. Hoy, el primero de la lista brilla intensamente con el Necaxa, donde es pilar ofensivo; el segundo pasó de Lobos BUAP al Atlas y el tercero juega para León.
Sobre la baraja actual de promesas que los Tuzos tienen a disposición, al menos, a ocho futbolistas con destacadas condiciones, cedidos entre cuatro equipos del Ascenso, máximo circuito y hasta en el Everton de Chile, una de las escuadras filiales del Grupo Pachuca, donde mandaron a talentos como el de Marco Bueno e Iván Ochoa; en Mineros, otro de los cuadros que pertenecen a la institución, cuentan con Steven Almeida y Guillermo Martínez. En León se encuentra Juan Calero, heredero del antiguo arquero y en Lobos BUAP, Joaquín Esquivel, un zaguero central.
De los mayores prospectos que se mantienen a la espera de deslumbrar en las filas del Pachuca, destaca en la lista Pablo López, un fino contención, que casualmente, tomó el sitio que dejó vacante Érick Gutiérrez; Roberto de la Rosa y Francisco Figueroa son opciones que ya se han empleado para retocar la ofensiva; Nahúm Gómez y José Padilla complementan la media, mientras que Alexis Peña y Miguel Tapías son elementos en la zaga.