En un duelo plagado de castigos, Filadelfia se impuso 18-12 a Atlanta, en el inicio de la NFL

Filadelfia y Atlanta inauguraron la campaña, pero tuvieron una carencia en el timing a la ofensiva por el poco juego de sus titulares en pretemporada

Si no viste el primer juego de la temporada 2018, la primera recomendación que debes seguir es, adelanta todo el juego y ve a partir del último cuarto. Fue en ese lapso donde se vio lo que los fans esperaban, un duelo entre dos contendientes. El resto solo fue una versión de pretemporada, pero en septiembre.

Atlanta, abajo 18-12, tuvo una última ofensiva con poco más de dos minutos. Llegaron a la zona roja y en cuarta oportunidad no anotaron, pero un castigo les dio una chance final. Matt Ryan le envió un pase a Julio Jones, quien lo atrapó, pero cayó fuera del campo y el juego se acabó. El campeón gana en su debut en una noche para analizar lo que vendrá.

Se ha hablado de que en el futuro la NFL podría eliminar dos juegos de pretemporada para aumentarlos en el calendario regular. El inicio de la campaña 2018 da un ejemplo de que no es una idea tan descabellada, ya que la mayoría de los equipos decide usar el tercer y cuarto duelo para que los suplentes o los que ni siquiera van a pasar el corte sean los que estén en el campo la gran parte de esos duelos, lo que provoca que los titulares lleguen prácticamente con tres semanas sin jugar a un ritmo normal, y eso, entre otras cosas, produce un espectáculo lento, con muchas imprecisiones y mostrando a jugadores fuera de ritmo.

Así inició la temporada con un duelo que en el papel era un juegazo, pero tras tener a unos Halcones de Atlanta efectivos, se metió en un ritmo que echó a perder todas las expectativas, como que era un juego en el que las apuestas veían que se anotarían 46 puntos en total, pero terminaron siendo 26, muy lejos del papel que estos dos equipos prometen.

En la primera mitad los números desenmascararon una notable falta de ritmo en ambos equipos. Aunque quizá los Halcones de Atlanta se vieron más certeros, más veloces y efectivos al arrancar el duelo, conforme empezó a correr el reloj perdieron esa fuerza, y el duelo se metió en un tedioso ritmo semilento lleno de imprecisiones y castigos. Demasiados castigos para ser precisos.

La primera mitad cerró con 16 pañuelos lanzados, con 17 pases incompletos de 37 envíos, con solo ocho primeros y diez por equipo y 220 yardas totales combinadas, 58 fueron del campeón defensor.

El marcador no era nada atractivo al llegar al descanso, 6-3 para los Halcones, gracias a dos goles de campo de Matt Bryant.

La historia no cambió cuando los equipos volvieron al emparrillado. Siguieron las inconsistencias, los errores, los pases incompletos y las ofensivas que terminaron con patada de despeje.

A finales del tercer cuarto, Matt Ryan buscaba con un pase largo a Julio Jones, pero el envío se quedó corto por más de cinco yardas. Nick Foles puso dos pases que los profundos de Atlanta, Robert Alford y Brian Poole, bien pudieron atrapar con facilidad, pero que tiraron.

Después Ryan y Jones volvieron a tener una clara falla en su timing, cuando los Halcones amenazaban con anotar, pero el pase del QB no solo no fue hacia el receptor, sino que se convirtió en una fácil intercepción de Rasul Douglas.

Entonces llegó el último cuarto, con Filadelfia ganando 10-6. Dos anotaciones se consiguieron, una para los Halcones pero sin el punto extra y otra para Filadelfia con la conversión de dos puntos, con un final emocionante, como se quería. Aunque no hay que olvidar lo que pasó antes, y lo que quedó en las estadísticas: 26 castigos, 37 pases incompletos, tres pérdidas de balón y 18 pases desviados por ambas defensivas.