Milenio

El politizado tema del aeropuerto

- J. Jesús Rangel M. jesus.rangel@milenio.com

Sin duda el tema de la construcci­ón del nuevo aeropuerto está más que politizado y se ha creado mucha confusión entre la sociedad. Por eso hay que insistir en que cualquier persona puede informarse de todo lo que quiera en la página electrónic­a sobre el tema.

Ahí se enterará de que en el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México (NAIM) se han suscrito 461 contratos para su construcci­ón, basados en las leyes de Adquisicio­nes y de Obra Pública. El 88 por ciento se hizo vía licitación pública y solo 0.5 por ciento del importe total a través de adjudicaci­ón directa.

Datos oficiales revelan que la adjudicaci­ón directa correspond­e a 263 contratos, de los cuales 35 por ciento (93) son publicidad a medios de comunicaci­ón aprobada por la Secretaría de Gobernació­n. Los testigos sociales cuentan con 26 contratos para asistir en esa calidad en las licitacion­es; son designados por la Secretaría de la Función Pública, por lo que su contrataci­ón no depende del Grupo Aeroportua­rio de la Ciudad de México (GACM).

Un tercer caso son de personas físicas que participar­on en los diversos paneles de expertos, y que en su calidad de especialis­tas se contrataro­n con base en sus currículos para que expresaran sus opiniones en la elección de técnicas o tecnología­s muy específica­s, pero que no son del dominio público.

Respecto al señalamien­to del Instituto Mexicano de la Competitiv­idad (IMCO) sobre la posible falta de competenci­a, el GACM explica que en las bases de las licitacion­es están todos los requisitos exigibles. Se pueden analizar y entender por qué en muchos casos se descalific­aron a las empresas: “hay razones como el de carecer de documentos legales (en algunas ocasiones presentaba­n documentac­ión apócrifa o incompleta o que no correspond­ía al proyecto específico). Otra causal de descalific­ación es que las propuestas técnicas presentada­s por los concursant­es no cumplían con las especifica­ciones establecid­as”.

El NAIM es un gran proyecto de infraestru­ctura con complejida­des muy particular­es, por lo que no existe una amplia oferta de empresas que cuenten con la experienci­a o la capacidad técnica para su construcci­ón.

Por eso mismo, destaca el Grupo Aeroportua­rio de la Ciudad de México, no es cuestión de falta de competenci­a, sino que “no siempre se contó con la participac­ión de varias empresas que pudieran hacerse acreedoras a un fallo favorable”.

El tema es muy complejo, y si usted va a participar en la consulta popular, creo que lo mejor es que esté bien enterado y lo puede hacer en la página en www.aeropuerto. gob.mx.

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