SUSPENDIDO Y FINIQUITADO
EL MONARCAS-PUMAS FUE DETENIDO AL MINUTO 83 POR AMENAZA DE TORMENTA ELÉCTRICA
Sin goles y a través de un comunicado que mandó la Liga en Twitter, el Morelia contra Pumas se suspendió, por amenaza de tormenta eléctrica. Así lo determinó el árbitro Roberto García Orozco y el espectáculo que hizo falta en la cancha, sí se produjo durante los últimos minutos del cotejo, con la movilización de aficionados y futbolistas, por el fenómeno meteorológico.
El torneo de Pumas ha sido más que meritorio; ha mostrado de todo un poco. Sin embargo, la construcción de los partidos, sobre todo como visitante, es un suplicio constante para los dirigidos por David Patiño. Ante Morelia, comenzó brindando espacios, que los purépechas trataron de explotar. La zaga felina padeció de arranque, aunque fue por las bandas que Pablo Barrera y Juan Iturbe encontraron la fórmula para ir hacia el frente y así, incrementar sus posibilidades de gol. El partido inició muy despacio, sin tanta creación ni vértigo.
Morelia retenía el esférico, lo circulaba por los costados, trataba de penetrar la contención de Pumas. Al 17’, Carlos Guzmán. que venía desde atrás, llegó a los linderos del área, para sacar un disparo que pasó por encima del arco de Alfredo Saldívar. Fue el acercamiento más sólido de los purépechas en todo lo que iba del encuentro. Universidad respondió al 23’, con un tiro libre de Víctor Malcorra, que apenas pasó por un costado izquierdo de la meta defendida por Sebastián Sosa. Los entrenadores vivían su encuentro. Roberto Hernández, ecuánime; Patiño, nervioso.
Conforme avanzaba el cronómetro, también lo hacía la presión de Pumas sobre Morelia. Al 31’, Malcorra desbordó a toda velocidad por derecha, dejando atrás a un par de rivales sin mayor prejuicio; llegó a línea de fondo, levantó la cara y mandó un centro que conectó Felipe Mora, a pesar de la presencia de un marcador purépecha. El atacante chileno cabeceó y en el último recurso, Sebastián Sosa manoteó a tiempo, para evitar que la pelota entrara a su arco. La repetición disipaba las dudas, la pelota no traspasó la línea de gol.
Los últimos minutos también ofrecieron las mejores llegadas de Morelia. Al 39’, el chileno Diego Valdés, en vez de buscar un servicio, optó por disparar desde donde estaba. La pelota engañó a la pupila de los presentes, al menos la de algunos, que gritaron gol sin serlo. Se esfumaban 45 minutos de poco futbol, de tenencia de la pelota, pero sin efectividad en las zonas de definición; Pumas había bajado la guardia justo cuando era mejor que el oponente. Universidad estaba tranquilo, pero no debía fiarse de un cuadro con capacidad, como el que tenía de frente.
De hecho, el comienzo del complemento dejó en claro que Morelia no es un equipo chico, por más que no tenga los reflectores que otros sí. Con un par de contragolpes, el más claro al 61’, Rodolfo Vilchis, que también había participado en el anterior, en esta ocasión, en vez de mandar servicio, prefirió disparar, para probar a Saldívar, que en dos tiempos acusó recibo de un gran embate propiciado por el mediocampista mexicano. Parecía que Pumas había perdido el olfato, la pegada y hasta el hambre por adelantarse en el marcador antes que el oponente.
Rebasado el minuto 70, lo que era una ligera llovizna se convirtió en aguacero. Morelia y Pumas basaban su juego en la capacidad de desdoble de sus eslabones, pero por más que se intentaba, el encuentro había caído en un bache físico, de contacto, con mayor participación del árbitro, que de los atacantes, los que en teoría definirían el juego. El agua que caía complicaba la circulación de la pelota, al tiempo que un par de truenos se habían hecho presentes en el cielo. Fue una seria advertencia, para el silbante Roberto García Orozco.
Al 83’, cuando el fenómeno meteorológico volvió a repetirse, el colegiado no dudó en tomar la pelota con las manos y concluir el encuentro, a pesar de los reclamos de algunos jugadores. De inmediato, el sonido local les pidió a los aficionados buscar refugio en los pasillos, debido a los riesgos que representaba la tormenta eléctrica.
En un tuit, la Liga Mx informó que el tiempo que restaba al partido ya no se disputará, conforme al artículo 62 del reglamento de competencia. Así, el 0-0 será el marcador oficial. Monarcas y Pumas empataron con poco espectáculo y con la lluvia como invitada de última hora .