Puebla: batallas transformadoras
El sol salió para las y los poblanos ahora que han podido hacer uso de sus instituciones para impedir que el autoritarismo continúe ensombreciendo el rumbo de sus políticas públicas. Casi paralelamente sucedieron tres acontecimientos, porque así hay que llamarle al revire de timón que parece que tendrá el barco, ahora que se renovaron los mecanismos de decisión legislativa y una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó el conteo de votos de la elección a la gubernatura.
El hecho de que el Congreso local haya abrogado la llamada ley bala en Puebla es una grata noticia para la libertad de expresión y de protesta. Para quienes no lo recuerdan, esta ley que llevaba el absurdo nombre de Ley para proteger los derechos humanos y que regula el uso legítimo de la fuerza por parte de los elementos de las instituciones policiales del estado de Puebla. En realidad, avalaba el uso excesivo de la fuerza pública, incluyendo armas “no letales” en la contención de manifestaciones. Fue impulsada y arropada por el ex gobernador Rafael Moreno Valle en marzo de 2014, a pesar de las múltiples voces que alertaron sobre su peligro. Meses después de su promulgación, la aplicación de dicha ley cobró la vida del niño José Luis Tehuatlie. Es hasta ahora que se renovó el Poder Legislativo en la entidad y quedó sin apoyo el grupo del ex gobernador, que finalmente se aprobó la derogación de dicha ley.
Por otro lado, también se realizó la reforma conducente para que el titular de la fiscalía general del estado sea nombrado por el Congreso y con ello no pueda ser restituido Víctor Carrancá, a quien el ex gobernador había colocado por siete años, y quien pidió licencia para dejar en su cargo a Gilberto Higuera Bernal, temporalmente.
Los cimientos de su blindaje de largo plazo se van resquebrajando. Lo que podría ser contundente para la demolición de la estrategia morenovallista sería que el nuevo conteo ordenado por el TEPJF arroje como posible resultado la anulación de la elección que daba el triunfo a doña Martha Érika Alonso.
Este recuento de batallas ganadas para la democracia parece ser un buen referente de cómo la ciudadanía puede, desde la urna y con la elección de contrapesos legislativos, poner fin a quienes desde el ejercicio del poder prolongan su mandato y reprimen libertades. Alentador el escenario. M