Esa oficina, fue suspendido desde mayo, pero opera por medio de WhatsApp; es propietario de Gepci, empresa de ese ramo
César Hernández, director de
César Hernández, recientemente depuesto como director de Protección Civil de la alcaldía de Tlalpan, encabeza una empresa… que provee servicios de gestión de programas internos de protección civil a empresas privadas.
MILENIO pudo comprobar que Hernández, en alianza con Salvador Rojas, quien fuera director de la oficina de Protección Civil en el periodo 2001-2009, encabeza la empresa Gepci, Grupo Especializado en Protección Civil.
El negocio está en el número 29 de la calle 12 Oriente, a 350 metros, o cinco minutos caminando, desde la oficina de Protección Civil de Tlalpan.
En el listado de terceros acreditados, de personas que pueden dar cursos de protección civil o preparar a las empresas para que se certifiquen, que puede consultarse en la página de internet de la Secretaría de Protección Civil, se encuentra el nombre del ex director Salvador Rojas Moreno como las personas físicas.
Con el número SPC-ROMS-66052527/17 se le da autorización para elaborar programas internos en inmuebles de alto riesgo y programas especiales para eventos superiores a 5 mil personas, así como para impartir capacitación. Esta autorización está vigente del 18 de abril de 2017 al mismo día de 2019.
“César Hernández funge como juez y parte, cosa que no puede ser porque es un funcionario público. Ven la Dirección de Protección Civil como un negocio y el negocio son los programas internos”, denuncia Carlos Paredes, en representación de algunos trabajadores de esa oficina.
Desde octubre de 2015, el arquitecto Hernández es el titular de la oficina y fue parte de las autoridades delegacionales encargadas de atender inicialmente la emergencia en el Colegio Enrique Rébsamen en el sismo del 19 de septiembre de 2917.
La delegación informó a MILENIO que el director está suspendido temporalmente desde el 25 de mayo como medida cautelar de carácter provisional, ordenada por la Contraloría General de CdMx, y que el Gobierno de Ciudad de México le otorga 50 por ciento de su sueldo.
“A efecto de garantizar su mínimo vital y el de sus dependientes económicos durante el tiempo que dure la suspensión que se impuso, por disposición del Gobierno de Ciudad de México únicamente se le otorga 50 por ciento del sueldo”, puntualizó por escrito la dependencia.
Los trabajadores confirmaron que el director no se presenta a laborar en Protección Civil, pero sigue operando de manera virtual a pesar de la suspensión.
“El director aquí de Protección Civil, el arquitecto César Hernández Sánchez, desde mayo no sabemos de él, aquí no se ha presentado a laborar. Todas las órdenes se dan a través del grupo de WhatsApp, pero físicamente él aquí no hace presencia”, explica Remigio Almaraz, otro de los trabajadores, a la vez que muestra en su celular el chat en el que Hernández da las instrucciones de cómo reaccionar cada día ante las emergencias que denuncia la ciudadanía.
“Este grupo de WhatsApp se usa tanto para mandar emergencias como también a lo mejor de los resultados de futbol, incluso memes es lo que se envía aquí. También canciones o la gente que está en el antro” La mañana del pasado 17 de septiembre, MILENIO pudo corroborar que tanto Hernández como Rojas acudieron a trabajar a Gepci. Ese mismo día nos presentamos en el segundo piso para solicitar informes de los trámites para abrir un restaurante. En una pequeña sala nos atendió Minerva Herrera, la asistente del ingeniero Rojas. Transcribimos a continuación parte de esa conversación:
—¿Protección Civil es una cosa, pero ustedes pertenecen a Protección Civil o qué son? —le preguntamos.
—No, nosotros somos una empresa que nos dedicamos a la protección civil, pero somos una firma particular.
La empleada desglosó los montos y requisitos que deberíamos cubrir para abrir el restaurante. En total se cobrarían alrededor de 25 mil pesos.
—La elaboración del programa sería ahorita tentativamente de 11 mil pesos. Este visto bueno de operación les viene saliendo como en 8 mil pesos y estas dos tienen un costo de 3 mil pesos cada una.
Inicialmente se ofreció a proporcionarnos contactos para cubrir los diferentes trámites, pero después propuso que ellos podían hacerse cargo de todo en un lapso de tres semanas. Insistimos en reunirnos con César Hernández: —¿Él está ahorita o no? —Sí, pero está un poco ocupado. —Nos dijeron que él podía ayudarnos con todo esto para agilizarlo…
—Sí, pero está un poco ocupado y por eso me dijo que los atendiera. —¿Con quién tuvimos el gusto? —Minerva Herrera. Yo soy asistente del ingeniero Rojas. Está el ingeniero Rojas y el arquitecto Hernández, ellos son los titulares de aquí del negocio.
—Son los dueños de la empresa… —recalcamos, a lo que respondió afirmativamente.
—¿Ya llevan mucho tiempo haciendo esto?
—Sí, la empresa tiene como siete años, más o menos. Tenemos clientes como Médica Sur, el Instituto Nacional de Cancerología y AT&T. La alcaldía de Tlalpan asegura desconocer la existencia de la empresa de César Hernández y Salvador Rojas.
MILENIO también se comunicó con Hernández, quien señaló que está imposibilitado para dar declaraciones y que no hablará al respecto. Esta no es la única irregularidad señalada por los trabajadores, quienes denuncian la falta de cuidado en la protección de los archivos. MILENIO constató cómo cajas con documentación de los inmuebles estuvieron sin resguardo, casi a la intemperie. Los empleados advierten que estuvieron en el pasillo arrumbadas durante semanas.
“Estas cajas corresponden, como aquí lo dicen, a autorizaciones 2017-2018 de programas internos de Protección Civil y revalidaciones. Este contenido no debería estar aquí. Si está aquí la carpeta del colegio Rébsamen se puede desaparecer tanto la información o, en este caso, la misma carpeta del programa interno de Protección Civil que ingresó el colegio Rébsamen”, explica Carlos Alberto Paredes, mientras lee las etiquetas con las que está rotulada una de las cajas.
Y eso no es todo… Alertan sobre la falta de insumos, capacitación y carencia de protocolos para realizar su trabajo en caso de alguna emergencia mayor.
“Antes del 19 de septiembre de 2017 estábamos conscientes de que no teníamos las herramientas, ni la capacitación, ni los vehículos, ni los medios necesarios para responder. Tristemente a casi un año de esta fatídica fecha, seguimos en las mismas o peor”, remata Almaraz. M