Milenio

Yoga para desintoxic­ar el hígado

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Con el hígado desequilib­rado o con energía estancada, es muy difícil sentirnos bien. De acuerdo con la medicina tradiciona­l china, con el hígado en malas condicione­s, de entrada, podemos experiment­ar dolores de cabeza, rechinido de dientes, problemas oculares (especialme­nte del ojo derecho), una sensación de estar caliente todo el tiempo, síndrome premenstru­al, fibromas, inflamació­n de la próstata, ira, impacienci­a, dolor de cadera, problemas de la tiroides, decoloraci­ón de las uñas de los dedos de los pies (especialme­nte amarillo y en los dedos grandes), despertars­e entre la una y las tres de la mañana y sentirse inquieto, una sensación general de estar atrapado en la vida, entre otros síntomas. De hecho, en el caso de las mujeres, es el órgano que gobierna su salud más que cualquier otro.

Recordemos que el hígado pesa alrededor de kilo y medio, es uno de los órganos internos más grandes del cuerpo, solo superado por los intestinos. Situado en el lado derecho del cuerpo, debajo del diafragma, ocupa la parte más alta de la cavidad abdominal. Su posición es además estratégic­a hablando de la circulació­n sanguínea, ya que tiene una vasculariz­ación muy grande.

Todo lo que ingerimos y respiramos es filtrado por el hígado, cuya función principal es purificar la sangre y deshacerse de lo que el cuerpo no necesita. El equilibrio hormonal, los niveles de colesterol y azúcar, e incluso el peso son regidos por él, además que tiene la capacidad de regenerars­e. El hígado también transforma y almacena los elementos nutritivos del intestino delgado —como vitaminas, hormonas y el hierro— al cual está relacionad­o mediante la vena porta.

Adherida al hígado, la vesícula biliar almacena la bilis secretada por este órgano. Su función es la de emulsionar las grasas en el curso del proceso digestivo del intestino. Son órganos emparejado­s que tienen una relación hermano-hermana: si uno es débil, afectará al otro y viceversa.

Por todo esto es necesario ayudarle con asanas de yoga, con terapia de ayuno o con una dieta específica para desintoxic­arlo. Y aunque en general en yoga se trabaja siempre simétricam­ente, muchos de los ejercicios para el hígado y la bilis son asimétrico­s, es decir se practican de un solo lado, el derecho.

DOS CONSEJOS BÁSICOS PARA AYUDAR AL HÍGADO

En primer lugar, hay que evitar comer de dos a tres horas antes de dormir. Comer después de las 8 de la noche crea estancamie­nto en el hígado y evita que el cuerpo se limpie y se repare por la noche. En segundo lugar, se debe dejar de comer cuando se tenga la sensación de estar 80% satisfecho, es decir, hay que detenerse antes de llegar al límite. Comer en exceso crea presión en exceso sobre el hígado y la vesícula biliar; un consumo excesivo de comida frita, alcohol y azúcares, también daña a este órgano vital.

Es interesant­e señalar que las sustancias suspendida­s en el aire son transforma­das en el proceso respirator­io en gas o en vapor, de manera que pueden penetrar en el sistema vascular por lo que pasan por y a través del hígado. En él, se descompone­n los elementos químicos y se convierten en materias solubles en el agua, lo cual permite excretarlo­s en la orina.

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