En 20 años desaparecerá 47 por ciento de los empleos como los conocemos hoy”
Alrededor de 65 de cada 100 niños de primaria tendrán empleos que aún no existen”
Ante los problemas de inseguridad en el país, la Universidad de Guadalajara (UdeG) creó este año la Licenciatura en Ciencias Forenses, que permite al egresado “esclarecer hechos mediante indicios y evidencias”, emitir dictámenes con base jurídica y pronosticar riesgos sociales.
También puso en marcha la Licenciatura en Criminología para formar especialistas en prevención del crimen, atención a las causas del delito y tratamiento de delincuentes.
Rogelio Barba Álvarez, jefe del Departamento de Derecho Privado, expresó que ambas carreras son la apuesta académica de la UdeG para abatir la inseguridad en el país ante el avance de la delincuencia organizada y el número creciente de homicidios.
La Licenciatura en Criminología, precisó, tendrá seis especialidades: prevención social, sistema penitenciario, criminología empresarial, periodismo en criminología, policía científica y solución de conflictos.
En tanto, el Instituto Nacional de Administración Pública inauguró este año la Maestría en Inteligencia para la Seguridad Nacional, en la que se estudiarán temas como inteligencia, contrainteligencia, análisis de riesgos, manejo de crisis, negociación y ciberseguridad. Para aprovechar las oportunidades que abrió la reforma energética, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) creó este año la Ingeniería en Energía, cuyos egresados podrán construir y operar tecnologías para el aprovechamiento de los recursos no renovables y tecnologías limpias.
Por su parte, la Universidad Iberoamericana abrirá en 2019 la Licenciatura en Sustentabilidad Ambiental para atender la problemática que genera el calentamiento global, según el coordinador de la carrera, Javier Riojas.
En el tema de la tecnología aplicada, el Tec de Monterrey imparte ya la Licenciatura en Animación y Arte Digital, cuyo objetivo es formar artistas-tecnólogos en áreas como animación, posproducción y 3D.
“La industria quiere especialistas en programación, software y hardware, pero con sensibilidad artística; no busca expertos en bellas artes, sino profesionistas de las artes tecnológicas”, precisó Ramiro Estrada, decano de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño.
La Universidad Autónoma Metropolitana abrió también la Licenciatura en Educación y Tecnologías Digitales. Para Daniel Hernández, jefe del Departamento de Estudios Culturales, uno de sus objetivos es dar un “sentido humanista a la tecnología”.
En tanto, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí creó la carrera de Ingeniería en Sistemas Inteligentes, que permite a sus egresados generar productos en áreas como inteligencia artificial, robótica, bioinformática y criptografía. Dolores Lastras, secretaria académica de la institución, recordó que la llegada de BMW permitirá potenciar la carrera. María Elena Chan Núñez, investigadora de la UdeG, señaló en entrevista con MILENIO que la tecnología y las exigencias de la sociedad mexicana transformaran las profesiones y, por tanto, también el perfil de los profesionistas. ¿Qué se estudiará en el futuro y qué será obsoleto? Todas las profesiones se están transformando porque necesitan nuevas herramientas. Algunas requerirán de tecnología o nuevos dispositivos, pero en todos los casos se renovará la forma en que están organizadas. ¿Desaparecerán las humanidades? Aún es pronto para decir si alguna profesión no será necesaria en el futuro, aunque todas tendrán que operarse con un alto nivel de virtualización. ¿Serán compatibles las humanidades y la tecnología? Hay temas como el transhumanismo, el tránsito de humano a cyborg y el trato con robots que solo se podrán abordar desde las humanidades, de ahí que se abrirán nuevos campos de estudio para la filosofía, la pedagogía y las artes. ¿Las universidades mexicanas se han preparado para el nuevo escenario? Se están preparando. Hay nuevas carreras con un fuerte componente de mediación tecnológica, aunque no se trata de una apuesta radical. Por ahora no se vislumbra que las universidades dejen de ser las formadoras de profesionistas. ¿Cómo serán las profesiones del futuro? Los problemas que atienden hoy las profesiones cambiaran. No creo que el concepto de profesión quede intocado, lo más seguro es que en unos años hablemos de personas con perfiles múltiples, que se adapten a cambios continuos y aprendan siempre temas relacionados con su profesión.
Por ahora esta exigencia ya se siente en el mercado laboral. Según el Reporte del Empleo en el Futuro, del Foro Económico Mundial, entre 2015 y 2020 las empresas dejarán de valorar capacidades como la creatividad y el pensamiento crítico de sus empleados.
En contraste, serán más apreciadas la inteligencia emocional y la flexibilidad cognitiva, es decir, la facultad de una persona para “aprender, adaptarse y ejecutar”. Hace exactamente cinco años, Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, lanzaron una profecía inquietante: en 20 años desaparecerá 47 por ciento de los empleos como los conocemos hoy.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores desarrollaron una metodología para medir qué tan susceptibles a la “informatización” eran 702 ocupaciones específicas de EU. La mitad de esas profesiones desaparecerá este siglo.
Se trata de empleos con un alto componente de habilidades humanas, algo que será innecesario con el avance tecnológico.
Para asomarse a ese futuro, Microsoft dio a conocer en 2016 un catálogo de profesiones que serán realidad en una o dos décadas: diseñador de hábitats virtuales, abogado en ética tecnológica, curador de cultura digital, biohacker, analista de datos biométricos, analista creativo de Big Data y guía de turista en el espacio exterior.
A estas carreras hay que sumar otras como programador del Internet de las Cosas, arquitecto de realidad virtual, diseñador de órganos, diseñador de redes neuronales artificiales, ingenieros de nanorrobots médicos o abogado en ciberseguridad.
Por su parte, Thomas Frey, director ejecutivo del Instituto DaVinci, ha identificado 14 habilidades inéditas que serán comunes en 2030: pensar en 3D, imprimir nuestra propia ropa, recibir paquetes con drones y convivir con más de un robot, entre otras.
Para Alma Maldonado, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, del IPN, es un hecho que las profesiones en México avanzan a la especialización, aunque no está claro si los egresados tendrán empleo en el futuro. “El problema con las nuevas carreras es que aún no existe un campo laboral definido; a esos profesionistas les tomará más tiempo encontrar empleo”, asegura la integrante del Departamento de Investigaciones Educativas.
Tiene razón. Según la agencia tecnológica Snoop Consulting, 65 de cada 100 niños que ingresaron el año pasado a primaria trabajarán en empleos que aún no existen. M