SRE: quien nada debe, nada teme
En Sin Ataduras de la semana pasada, pedimos a la Secretaría de Relaciones Exteriores transparentar el reciente concurso de ingreso al Servicio Exterior Mexicano (SEM), luego de las quejas que recibí de jóvenes participantes por falta de transparencia.
Al respecto, la cancillería ya había explicado el asunto en un comunicado que incluye los siguientes puntos:
“1. La convocatoria publicada el 12 de diciembre de 2017 en el Diario Oficial de la
Federación establece, con toda claridad, que se podrán cubrir hasta 65 plazas en el rango de Agregado Diplomático.
“2. La citada convocatoria especifica que pasarán a la tercera etapa eliminatoria quienes hayan obtenido las más altas calificaciones, conforme al criterio de la Subcomisión de Ingreso de este Concurso.
“Exámenes. Criterio psicológico: perfil recomendable o promedio. Promedio de los exámenes de redacción y oral del idioma inglés: igual o mayor a 6.50 puntos. Ensayo: igual o mayor a 6.50 puntos. Entrevistas: igual o mayor a 8.00 puntos.
“3. El análisis de los resultados, el cual se realizó bajo el principio de anonimato, arrojó que solamente 39 personas concursantes, de las 196 que presentaron todos los exámenes de la segunda etapa eliminatoria, cumplieron con los criterios mencionados e ingresarán a la tercera etapa eliminatoria.
“4. Las 26 plazas no cubiertas quedarán vacantes y en ningún caso serán otorgadas para ingresar como funcionarios de carrera al Servicio Exterior Mexicano”.
En efecto, la SRE tiene razón cuando aclara que la convocatoria habla de hasta 65 plazas, no de todas las 65, podrían ser menos.
Sería como en una competición de salto de altura en la que hay que cumplir con dos reglas: solo ganan los que sobrepasen un determinado nivel de altura, y solo los que queden en los 65 primeros lugares de ese nivel para arriba. Si solo 39 concursantes pasaron la valla, no ganan los otros 26 que no rebasaron la altura mínima, aunque hayan quedado entre los primeros 65 lugares.
Lo cual se hizo así —me dijo un importante funcionario— para asegurar un alto estándar de calidad de quienes podrán ser excelentes diplomáticos.
Pero el problema fue de tiempo y forma, ya que los detalles (ahí está el diablo), según entiendo, no se dieron a conocer a los participantes antes del concurso y entraron al juego sin conocer de antemano las reglas precisas.
Si el concurso registró un procedimiento opaco, no hay por qué estigmatizar a los 39 participantes que pasaron a la tercera etapa, pues no son responsables de la confusión.
Una de las concursantes afectadas, Leticia Medina, se dirigió a este columnista a través de la página web de MILENIO: “Embajador Gutiérrez Canet: “A nombre del grupo de jóvenes que participamos en el concurso de ingreso al Servicio Exterior Mexicano 2017, le agradecemos la valentía de su nota al expresar nuestras inquietudes por la opacidad y falta de profesionalidad que distingue (sic) al Servicio Civil de Carrera más antiguo de México.
“Muchos de nosotros hemos dedicado una vida entera a estos exámenes, a través del estudio, sacrificios y una larga preparación profesional. Sin embargo, al no tener un contacto directo con los miembros integrantes de la Subcomisión de Ingreso somos descartados de facto.
“Por otra parte, la presente administración destruyó todos los exámenes, dejando solo las notas que de manera discrecional fueron puestas por los sinodales, confiamos en que esto cambiará con la nueva administración y que se blindará al próximo concurso de ingreso al SEM de todo sesgo de secrecía y oscurantismo”.
Por su parte, el joven Ricardo Morlett, que presentó sus exámenes, también me escribió:
“En relación con el Concurso Público de ingreso a la Rama Diplomático-Consular del Servicio Exterior Mexicano, se agradecen sus muy sensatos comentarios, además de ser una voz de justicia para todos los aspirantes y miembros, en todos los rangos, del SEM.
“Todo este proceso oscuro deja un muy mal sabor de boca a los que durante meses se prepararon y fueron aprobando con mucho esfuerzo las etapas previas, por eso se exige una revisión exhaustiva y que se publique la lista completa con los 65 aspirantes con las calificaciones más altas.
“Con sus criterios sacados de la manga, la Cancillería insulta la inteligencia no solo de todos los aspirantes, sino también de los diplomáticos de carrera, del Presidente electo y del secretario de Relaciones Exteriores, a quienes además les heredan el escándalo y la obligación de arreglar el cochinero que dejan los corruptos… ¡Justicia! #ingresoSEM #orgulloSEM”.
Los jóvenes afectados podrían pedir a la Secretaría de la Función Pública una investigación para que determine si el procedimiento del concurso se realizó en apego a derecho, de conformidad con la convocatoria. Quien nada debe nada teme. M