Se olvidan del espectáculo
Inglaterra y Croacia, dos contendientes en el pasado Mundial, igualaron sin goles en tierras balcánicas, resultado que beneficia a España, líder grupal
Croacia e Inglaterra se contagiaron del ambiente fantasmal de las gradas del estadio Rujevica de Rijeka, vacías por una sanción que arrastran los croatas, empataron a cero, en un encuentro marcado por el desatino y la desidia de ambos conjuntos.
Este resultado pone a España, rival de Inglaterra el próximo lunes en Sevilla, con un pie en la fase final de la Liga de Naciones.
Las casi 9 mil butacas del estadio croata permanecieron vacías durante el partido debido a la sanción impuesta a Croacia por un incidente ocurrido en un encuentro de clasificación para la Eurocopa de 2016.
En aquel partido contra Italia, una esvástica apareció dibujada en el césped del campo de Split (Croacia), por lo que los últimos cinco compromisos en casa de los de Ztlatko Dalic se han disputado a puerta cerrada.
Las quinientas personas que estuvieron dentro del campo, entre periodistas acreditados, trabajadores del recinto y cuerpo técnico de ambos equipos, vieron un partido carente de emoción, más propio de un amistoso que de un encuentro de la Liga de Naciones de Europa, con tres puntos en juego y muy lejos del duelo entre estas dos escuadras en las pasadas semifinales del Mundial de Rusia.
Ante la prohibición de entrar al estadio de Rijeka, algunos aficionado ingleses se subieron a una colina y vieron el encuentro, colgando una bandera inglesa a un árbol.
Privilegiados fueron por la posición, pero no por el espectáculo vivido en el césped, cuya primera acción de peligro fue un disparo de Ivan Perisic desde la frontal taponado por la defensa inglesa. Era un encuentro reñido, que exigía a ambos sectores por igual;
Balones colgados, alguna falta lejana, una pelota filtrada para Kyle Walker que acabó en córner, y en resumen, minutos y minutos tediosos de fútbol sin alma ni pasión, al compás del aspecto fantasmal del estadio. La ocasión de gol más clara para Croacia la tuvo Andrej Kramaric, cuando remató, completamente solo, a las manos de Pickford, un centro raso lateral de Josip Pivanic.
Antes del descanso, Eric Dier estuvo a punto de dar vida al encuentro, pero su remate con la cabeza, servido por Jordan Henderson, se estrelló en un poste, de frente a Marcus Rashford y Harry Maguire, que solo pudieron sorprenderse por su suerte y el fallo.
La llegada del descanso les animó ante la perspectiva de empeorar lo visto en el primer tiempo, parecía humanamente imposible.
La primera intervención en el segundo tiempo llevó el sello de Pickford, al despejar un tiro centrado de Perisic después de una buena combinación en la frontal de los croatas.
La respuesta de los de la escuadra de los Tres Leones fue cabezazo de Harry Kane al larguero y dos ocasiones consecutivas de Rashford.
En la primera, el atacante del Manchester United se quedó solo en el punto de penalti y, con todo el tiempo del mundo, le pegó mal a la pelota para alivio de Dominik Livakovic, quien se convertiría en el salvador croata; dos minutos después, cuando, el arquero salvó otro mano a mano contra Rashford.
Dentro del esperpento de partido, lo más interesante ocurría fuera de lo estrictamente deportivo. Los aficionados de la colina más cercana pedían un saludo a Pickford, al tiempo que el partido se paró para que reparasen la red de una de las porterías.
El bajo nivel de Luka Modric, el desaparecido Ivan Rakitic y la soledad de Kane, terminaron dejando huérfanas a las redes y proclamando un 0-0 que no soluciona nada, ni a los de Dalic, ni a los de Gareth Southgate, que además, para el próximo partido contra España pierde a Henderson y John Stones por acumulación de amarillas. Difícil panorama.
La buena noticia para el seleccionador inglés fue la notable actuación del debutante Ben Chilwell en el lateral derecho y los primeros minutos del joven Jadon Sancho con la selección absoluta. Es parte de la regeneración.
Inglaterra y Croacia se quedan con un punto, a cinco de España, el líder del sector.