La generación fake news
Hay veces en las que el progreso tecno- lógico va en contrasentido y, en vez de permitirnos avanzar, nos hace retroceder. De acuerdo con un estudio de la organización sin fines de lucro Project Information Literacy, publicado esta semana, casi la mitad de 6 mil estudiantes universitarios entrevistados durante la elaboración del reporte carece de las herramientas necesarias para discernir entre fuentes de información confiables y lo que hoy conocemos como fake news.
El trabajo comisionado por la Fundación Knight encontró que casi 40 por ciento de los encuestados aseguró que la desinformación y la propaganda que plagan los medios sociales y las plataformas de comunicación instantánea han provocado que confíen menos en la infor- mación que consumen. En suma, cada vez más jóvenes tienen acceso a más información y más conocimiento, pero ese acceso provoca problemas, sobre todo en cuanto a la navegación y la credibilidad de las fuentes disponibles. Es más fácil enterarse de las noticias, pero al mismo tiempo, es más difícil establecer su veracidad.
México tiene más de 60 millones de usuarios de internet y 35 millones de usuarios de WhatsApp. Somos un país en particular vulnerable al ecosistema de noticias falsas y de propaganda, sobre todo en contextos de hiperpolarización como el que atravesamos. Por eso me parece importante fomentar un sentido de responsabilidad individual entre quienes consumimos y compartimos contenido. Es tarea de todos cuestionar el origen, el propósito y la veracidad de las noticias que guían nuestro punto de vista.
Pero, más allá de la responsabilidad individual, hay que desarrollar herramientas para asistir a las nuevas generaciones a navegar el tsunami de información accesible desde la palma de su mano. Por eso he decidido apoyar el trabajo de la organización News Literacy Project (NLP), enfocado en la producción de programas educativos para enseñarle a estudiantes de todos los niveles a diferenciar entre la información confiable y las fake news. Por primera vez, NLP lanzó sus talleres en español y los ha puesto a disposición de educadores en el mundo hispano con su página newslit.org de forma gratuita.
De poco sirve tener esta información y el acceso si no sabemos utilizarlo. De poco sirve toda esta tecnología si no estamos progresando. M