Cambio climático: el futuro inminente
Sucederá en pocos años, entre 2030 y 2052. La mayoría de los habitantes que vive hoy en el planeta lo habrá de presenciar. El mundo rebasará la marca de 1.5 grados centígrados sobre niveles preindustriales, lo que provocará más incendios y más inundaciones, más carestía, más extinciones, y la muerte masiva de los arrecifes de coral en todos los océanos. Ello hará imposible cumplir la meta establecida por el Acuerdo de París, que es mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2 grados centígrados.
Así lo dice el informe publicado a principios del mes por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el primero en ser comisionado por los líderes del mundo tras el Acuerdo de París. Los autores del informe afirman que, para evitar los daños más graves al planeta, y por lo tanto a nosotros, es necesario transformar la economía en tan solo unos años. Consideran técnicamente posible hacer estos cambios en un periodo tan breve (en el horizonte de 2050, alrededor de 80 por ciento de la energía tendría que ser de origen renovable), pero conceden que es políticamente difícil hacerlos. Es decir, el planeta rebasará probablemente la marca de 1.5 grados centígrados hacia 2040. Esto significa, según el documento, que alrededor de 50 millones de personas estarán expuestas al aumento de las inundaciones provocadas por el incremento del nivel del mar, en países tan distintos como Bangladesh y Japón, Estados Unidos y China, Indonesia y Egipto.
El informe predice, además, una evacuación desproporcionadamente rápida de los trópicos. “En algunas partes del mundo, las fronteras nacionales se volverán irrelevantes”, afirma Aromar Revi, uno de los autores del informe. “Uno puede levantar un muro para tratar de contener a 10 mil y 20 mil personas, o incluso un millón, pero no para contener a 10 millones”.
¿Qué va a suceder entonces? Me temo que la respuesta la sugiere el mismo informe. Menciona explícitamente la posibilidad del uso de la ingeniería climática, la geoingeniería, para mitigar el calentamiento global, algo que despierta enormes reticencias entre los propios científicos. Afirma que hay un acuerdo en el sentido de que es posible reducir la radiación que absorbe el planeta con la inyección de químicos en la estratósfera y que hay un consenso en el sentido de que, si fracasa todo lo demás, éste puede ser un remedio temporal para evitar niveles peligrosos de calentamiento. Pero recuerda también que todos los científicos coinciden en que hay enormes dudas sobre el impacto social, ambiental y ecológico que puede tener en el planeta la ingeniería climática, y señala que no existe prácticamente ninguna ley o norma que impidan que un país lleve a cabo esos experimentos de manera unilateral.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluye, por todo ello, que es indeseable el uso de la geoingeniería en el futuro próximo, aunque concede que la urgencia para usarla crecerá con el tiempo. “El futuro puede asistir a una carrera acelerada entre el poder humano y los desastres inducidos por los humanos”, escribe Yval Noah Harari en su extraordinario libro De animales a dioses. “Al utilizar los humanos su poder para contrarrestar las fuerzas de la naturaleza y subyugar al ecosistema a sus necesidades y caprichos, pueden causar cada vez más efectos colaterales no previstos y peligrosos. Es probable que éstos sólo sean controlables por manipulaciones del ecosistema cada vez más drásticas, lo que produciría un caos todavía peor”. Coincido con él. Por eso es mejor reducir la contaminación de nuestro planeta. M