El único dinosaurio real mexicano, en la capital
El hadrosaurio (Pico de Pato) existió hace 70 millones de años en el periodo cretácico de la era Mesozoica y, desde hace 26 años, su portentoso esqueleto es una de las atracciones principales en la Sala de Paleontología del Museo de Geología de la UNAM.
Luis Espinosa Arrubarrena, jefe de esta institución perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que es el único dinosaurio mexicano real que se exhibe en la capital.
Existe otro en las bóvedas de un museo de Chapultepec, pero proviene del noroeste de Estados Unidos, así como aquellos que presenta el Museo del Desierto (MUDE) en Saltillo, Coahuila. “Pico de Pato”, cuyo nombre científico es Latirhinus uitstlani, que significa “Nariz ancha”, fue hallado en 1988 por Espinosa Arrubarrena y un grupo de paleontólogos en el ejido Presa San Antonio, cerca del municipio de Parras de la Fuente, en Coahuila. “La historia es muy dramática porque su especie dejó de existir luego de que en la península de Yucatán y parte del Golfo de México cayó un meteoro. Sucedió hace unos 65 millones de años y era de los últimos que existían en aquel entonces”, explicó.
El maestro en Ciencias indicó que se llama “Pico de Pato” debido a las peculiares características que presentan sus maxilares: “Parafraseando a unos de los geólogos y paleontólogos, eran como las vacas de aquel entonces. Podríamos imaginarlos en planicies muy grandes en el norte de México, en grandes manadas”.
Era un animal herbívoro con mandíbulas diseñadas para la molienda de plantas. Las dimensiones del esqueleto son de 7 metros de largo, desde la punta de la cabeza hasta la cola, y casi 2.35 metros de alto.
Cuando lo hallaron, se pudo recuperar 65 por ciento de sus huesos y, para protegerlo, durante su traslado al Instituto de Geología de la UNAM se colocó sobre una cubierta de yeso.
Fueron toneladas de huesos que los expertos debieron seleccionar poco a poco a fin de completar al dinosaurio. Durante tres años, especialistas reconstruyeron los 208 huesos para lograr el primer dinosaurio mexicano, cuya característica es que en la pata izquierda delantera tiene los metatarsos centrales fusionados. m