Milenio

Demoliendo la reforma educativa

- HÉCTOR AGUILAR CAMÍN hector.aguilarcam­in@milenio.com

La fase destructiv­a de la 4T sigue adelante, según lo prometido, sin atisbo alguno de la fase constructi­va. Anteayer le tocó el turno a las rondas previstas de licitacion­es energética­s y ayer se anunció la demolición, a todo trascabo, de la reforma educativa. Aunque se vocea como un hecho cumplido, la demolición depende todavía de una reforma constituci­onal que derogue la ley educativa vigente. En particular, dos de sus figuras.

La primera es el Servicio Profesiona­l Docente, cuyo mandato es evaluar las habilidade­s magisteria­les antes de abrir la puerta al ingreso o a la promoción escalafona­ria de los maestros.

El Servicio Profesiona­l Docente regresará a los moldes de la Carrera Magisteria­l, cuyo desprestig­io político y administra­tivo quería corregirse: un retroceso en toda forma.

La segunda figura clave a demoler es el Instituto Nacional de Evaluación­Educativa, organismo autónomo, hasta ahora, pensado para ser una especie de Inegi, capaz de medir y publicar, con independen­cia y regularida­d, el estado que guarda la educación pública.

El INEE conservará una entrecomil­lable "autonomía técnica", pero regresará también al molde burocrátic­o donde estaba antes: los pasillos de la SEP. En esos dos instrument­os parece concentrar­se la convicción demoledora del nuevo gobierno. ¿Por qué? Porque, a juicio del Presidente, los modos y las normas de evaluación del Servicio Profesiona­l Docente tienen un carácter “punitivo”.

Y porque las mediciones técnicas del INEE lo convierten, en el espíritu evaluador de la reforma, en un instrument­o "persecutor".

Se entiende que desestime el valor de la evaluación un gobierno que quiere crear 100 universida­des donde lo importante no debe ser que los muchachos aprendan, sino que asistan.

Se entiende también que un presidente decidido a cumplir sus promesasde campaña, quiera cumplirlas rápido paracosech­ara la brevedad los laureles de la congruenci­a. Pero luego de entender estas cosas, lo único sensato que puede decirse de la demolición anunciada es que se trata de otra cirugía con machete, prometida al calor de la campaña para ganar clientela s impresenta­bles, como laCN TE, y anuncia da desde el gobierno sin evaluación ninguna de los matices ni de las posibles ventajas de lo demolido.

Otro aeropuerto.

Se trata de otra cirugía con machete, prometida al calor de la campaña

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico