Juristas no juaristas
Quizá haya que pedirle a la bruja Zulema que acaba de hacer un conjuro para que gane el Cruz Azul, que ojalá funcione, para que nos auxilie a comprender quiénes se han quejado más, si lo que fueron despertados por sus perros atormentados por los cohetones celebratorios de la virgen de Guadalupe, doña Emma Coronel que no quiere que la vinculen con el algo que solo podría comparar si de pronto los altos magistrados de saliera a exigir que no se los relacionen con #LordMinistro, titular del Tercer Tribunal Unitario del Séptimo Distrito (cualquier cosa que eso signifique) en Veracruz, un rinconcito donde casi ni hacen su nido las olas de la impunidad, que presume a la usanza de nuevo rico sus Rolex, puros, autos, moda y rockanroll para
No se valdría porque ese es el estilo de vida que un alto magistrado merece, siempre del lado de los pobres y desamparados.
Lo bueno es que los magistrados, jueces y ministros no están solos. Tienen a su lado una razonable multitud que defiende sus salarios que incluyen prestaciones de las que no goza ni Donald Trum. Gente que por lo regular siempre se pone como loca cuando quieren subir unos centavos el salario mínimo (ya saben, genera inflación y esas cosas que conforman lo que se conoce como “petate del muerto”), pero que pugna porque el cuerpo de infalibles impartidores de justicia ganen el triple, como si los fueran a invitar a sus bacanales. Desde mi punto de vista algo totalmente innecesario, aunque se agradece el gesto solidario, sobre todo porque según dicen los juristas nada juaristas que pululan en la sala, los magistrados están tan bien apertrechados jurídicamente hablando -diríase más bien
que no hay manera de que pierdan su lugar en la división de poderes, como aquel infausto día en que Zedillo corrió a patadas a todos los ministros y nadie se quejó.
No temamos por sobre todo porque estamos seguros de que nunca seguirán el mal ejemplo de doña Olga Sánchez Cordero, que donará su sueldo a una casa hogar de niñas y niños discapacitados.