Se vale disentir de Trump
gutierrez.canet@milenio.com @AGutierrezCanet
Washington. Me temo que vamos a padecer por mucho tiempo la obsesión de Donald Trump por el muro mientras más se acerque la elección en noviembre de 2020.
Elgobiernoestadunidensetienederechoaconstruir elmuroqueprefieraensuterritorio:deconcreto,acero, transparente o uno humano. Pero es nuestro derecho soberano no pagar por algo que no es nuestro, aunque ese no es el asunto de fondo, el problema es que el muro representaunfinelectoralqueestádenigrandoaMéxico,directaoindirectamente.Ynorespondemos.
LaestrategiaelectoraldeTrumpafectalaimagende México dentro del país, en Estados Unidos y en todo el mundo.DentrodeMéxicosepercibeungobiernoobsecuente,enlaUniónAmericanaunvecinosinleyes,yen el extranjero un país débil. Lamentablemente, México esobjetodeunacampañadenigrantequesinoescapaz deacotarahoraseguirácreciendo.
Tiene sentido el principio, aunque limitado, del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la mejor política exterior es la interior. Es cierto que debemos primero poner la casa en orden, pero es imposible que nos juzguen favorablemente afuera si nos quedamos encerrados.
Cuando se trata de defender el prestigio del país o los derechos humanos no se aplica el principio de no intervención.
Trump usó su reciente discurso sobre el Estado de la Unión, que registró una audiencia de 40 millones de personas, para lanzar su campaña de reelección, basada en lapremisadequelaprosperidadde lanaciónestáamenazadaporlainmigración ilegal.
Aunque la encuesta no refleja la opinión de todos los ciudadanos estadunidenses, es significativo que 68 por ciento que escuchó el discurso cree que la política migratoria de Trumpvaendireccióncorrecta,segúnCNN.
Paraexplotarlaemocióndemillonesdetelevidentes, Trumpinvitóalactoalahijadeunmatrimoniorecientemente asesinado en Reno por un indocumentado, como vivo ejemplo de inseguridad. No importa que no haya sido declarado culpable ni que el índice de criminalidadesmayorentrelosresidentes.
El experto manipulador que infunde el miedo, presentó también a otros invitados, ejemplos de la lucha contra el mal, el combate al tráfico de personas, el antisemitismo, una niña que sobrevivió al cáncer y otros longevosmilitarestratadoscomohéroes.
Para Trump, México es sinónimo de trata de personas,drogasycriminalesdetodotipo.
Méxicotienequeoptarentrelapolíticadelavestruzo ladeltoro:meterlacabezaenelhoyoparaevadirlarealidadoenfrentarlaagarrandoalafieraporloscuernos.
Hay que agarrar al toro por los cuernos. Hay que decirle a Trump: si quieres que México acepte recibir a los migrantes centroamericanos mientras esperan el trámite de asilo en nuestro país, deja de decir que México es un país de crimen y drogas. Es lo menos que podemos hacer.
Los funcionarios estadunidenses respetan a los colegas mexicanos que difieren por razones legítimas. Eso lo entienden. Se vale disentir. Pero lo que no perdonan es que algún funcionario prometa algo que después no puede cumplir. Y el que no cumple su promesa pierde la confianza y deja de ser un interlocutor válido para los gringos.
Cuando se defiende el prestigio del país o los derechos humanos no aplica la no intervención