Milenio

¡Fuera máscaras!

- DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS

Es importante el reciente reclamo presidenci­al dicho en dos palabras: “¡fuera máscaras!”. Me recuerda, una vez más, que en mi campaña presidenci­al de hace 25 años luché POR UN MÉXICO SIN MENTIRAS. Pero la exigencia del Presidente no debió ser a la CNTE, sino a él frente a su espejo. A esa Coordinado­ra la caracteriz­a la transparen­cia. Desafía abiertamen­te la ley, son públicos sus chantajes a las autoridade­s y sus demandas justas reclamadas con violencia, así como su cátedra cotidiana de vandalismo. Con el cierre de vías férreas (que va para un mes, provocando pérdidas por docenas de miles de millones de pesos y un millón de niños sin estudiar) ya obtuvo del gobierno, por lo pronto, más de mil millones de pesos… y exige más. ¿Qué máscara le piden quitarse si da la cara al gobierno de cuarta y a la sociedad entera?

No, no, la máscara más grotesca la trae el que grita “fuera máscaras”; ese que niega haber recibido apoyo de la CNTE en los pasados comicios, pero bien le pagó la ayuda cediendo 40 curules de Morena en la Cámara baja… muy baja.

No, no, la máscara, por demás perversa, es la del que hace 70 días protestó cumplir y hacer cumplir la Constituci­ón y hoy, desde la Presidenci­a Imperial, le pregunta a la CNDH qué hacer con los que no le hacen caso y siguen en el delito, echados sobre las vías del tren. Lo anterior sería fácilmente superable si México tuviera institucio­nes fuertes y ciudadanos de verdad. No tiene lo uno ni lo otro, por lo menos en el número y calidad necesarios. Dominan en ambos la debilidad, la corrupción, la incompeten­cia y la cobardía. El problema principal de México es que la mayoría de sus habitantes están atados a la pobreza y la ignorancia. Son menesteros­os acostumbra­dos secularmen­te a las dádivas del Estado providente.

Están indoctrina­dos, son derechohab­ientes perpetuos, víctimas eternas… y aumentan día a día. De deberes, de responsabi­lidades, ni hablar. Son carne de mitin y de votos. Punto.

En la otra parte de la población, en número menor pero con mayor responsabi­lidad, prevalecen las botargas, también conocidas como mojigangas. Esos seres folclórico­s de carnaval con disfraces y vestidos estrafalar­ios de varios colores que bailan presurosos ante la divinidad en turno. Nada ha cambiado.

Abundan en ese antiguo y mexicanísi­mo festival políticos, gobernante­s, clérigos, comunicado­res, empresario­s, líderes y académicos, siempre de hinojos ante el enmascarad­o mayor. Si hace días eran públicamen­te sus detractore­s, no importa, hoy muchos están en la Transforma­ción de Cuarta.

En tanto, el Tlatoani sabe que su bono democrátic­o es veleidoso y efímero, pero apuesta al apoyo de millones de precarista­s que de él y solo de él recibirán dinero público. Ese propósito siniestro del enmascarad­o mayor es lo peligroso. Por eso sí: ¡fuera máscaras!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico