Fijación de precios en Estados Unidos, una píldora difícil de tragar
Nada supera el poder de fijación de precio como medida de un buen negocio. La máxima de Warren Buffett sugiere que la industria de medicamentos no está bien. En los últimos días, las compañías farmacéuticas como Novartis, Pfizer y Allergan emitieron una advertencia a los inversionistas sobre su indit capacidad para cobrar más por sus medicamentos. La fijación de precios no va a ser el motor de crecimiento ahora, ni en el futuro, dijo Albert Bourla, el jefe de Pfizer.
Si es cierto, sería un cambio drástico. Los aumentos de precios en Estados Unidos representaron 80 por ciento del crecimiento de las ganancias de la industria en 2017, dice Cre- Suisse. Esos días ya se fueron, alardeó el presidente estadunidense, Donald Trump, en su discurso del Estado de la Unión. Dijo que el año pasado los precios registraron su mayor caída en 46 años. Prometió que habría más por venir, incluyendo un golpe a los “oportunistas globales”. La industria de los medicamentos odia a hablar de fijar los precios a los que se pagan en el extranjero.
El escepticismo está justificado. La medida que citó el presidente Trump, que mostró una caída de 0.6 por ciento en 2018, es defectuosa. Las compañías farmacéuticas anunciaron grandes incrementos de precios el mes pasado.