Ellen Page, vigilante
Ellen Page es un personaje fascinante. Nominada al premio Oscar, ha trabajado a lado de directores como Christopher Nolan y tras salir del clóset en 2014, ha entregado parte importante de su tiempo y popularidad para defender causas LGBT+. En parte lo ha hecho a través del entretenimiento, creando productos alucinantes como Gaycation (disponible en México por YouTube gracias a National Geographic), donde recorre algunas de las ciudades más grandes del mundo, desde una perspectiva gay y demás letras de la diversidad.
Tras dar un mensaje por demás conmovedor sobre la violencia que genera el discurso homofóbico del gobierno de Donald Trump en El show de Stephen Colbert, la actriz hizo notar su inconformidad por la entrevista de otro invitado a ese programa unos días después: la de su compañero actor Chris Pratt. El protagonista de Jurassic World y Guardianes de la galaxia habló sobre sus prácticas religiosas y los aprendizajes que ahí obtuvo sobre cómo hacer un balance entre fama y vida real. El problema es que la iglesia de Pratt (Hillsong Church) es una organización por demás homofóbica.
Chris Pratt es un tipo muy famoso, el impacto de sus palabras puede ser muy fuerte, y si bien su postura no fue homofóbica, promocionar y respaldar una organización que sí lo es, al final hace eco al odio. Como dice Page: “El daño que causa el odio es severo. Hay que detenerlo por completo”.