¡En 14 de febrero no, no sean gachos!
Algo peor que despedir a alguien en Navidad, justo la época en que más suicidios se dan, es correr a las personas un 14 de febrero, cuando todo es amor y miel y ositos de peluche y chocolates y globos en forma de corazón y los hoteles de paso están abarrotados. No se vale. Eso le pasó a dos personitas, Edith Arrieta y David Ledesma en el Conacyt que, por carecer de los títulos nobiliarios que exige la institución, fueron echados a patadas de fea manera nada más porque sus currículums no eran de la estatura de su vida. O sea, tampoco es que fueran a estar a cargo de una bomba atómica.
Por alguna extraña razón, debido sin duda a la presión de la nueva generación de tiquismiquis que todo lo auscultan a través de las páginas de Declaranet, que se ha convertido en el nuevo Oráculo de Delfos y golfos, estas cabezas rodaron como en su momento la de Fausto Alzati, quien dejó su cargo en el zedillato como secretario de Educación luego de que se descubriera que no podía ostentar, como lo hacía siendo director del Conacyt durante la época dorada de Charly Salinas (aquí es donde se puede creer que el Conacyt está maldito), el título de doctor, razón por la cual se le conoció como el señor Falzati.
Hoy hasta los que no acabaron la primaria señalan con índice de fuego a estos dos personajes, con una especie de
Han hecho más daño los que tienen doctorado en Harvard, expertos en saqueo
autoridad moral basada prácticamente en nada. Bueno, ni siquiera al Chapo se le acusó y balconeó de tan fea manera.
La verdad, no hubiera estado mal el mismo entusiasmo para linchar a los émulos del Padrote Maciel.
O sea, dicho sea con todo comedimiento, si nos ponemos puntillosos podríamos decir que han hecho mucho más daño los que tienen doctorado en Harvard, que curiosamente han sido los más avezados especialistas en saqueo, corrupción y atraco en despoblado.
Poco antes de cerrar esta columna que tiene algo de cruz y del Pantera, trascendió la información de que Conacyt también tiene su huachicoleo, tan así que se podría decir que entre los científicos hay mucho rudo. Igual que en el Fonca, donde el día que le escarben van a encontrar más monstruos que en Pemex y Odebrecht.
Ya lo único que falta es que la liga de la decencia exija que a David y Edith los castigue Xóchitl Gálvez dándoles de nalgadas.