¿Destrucción creativa?
El Gobierno de la 4T parece haberse embarcado en un proceso de sistemática destrucción de las cosas. Dices esto y te caen encima los prontos denuestos de sus adeptos —“¡Te quejas porque se te acabó el chayote, corrupto! ¡Eres cómplice de los que asesinaron a los 43! ¡Pretendes que estábamos mejor con el PRIAN!”, etcétera, etcétera, etcétera— pero el simple hecho de desmantelar programas, de cancelar
proyectos y de despedir a miles de empleados de la función pública para transferir recursos a los individuos improductivos de la nación es, en efecto, un proceso destructivo. Lo que venga después habrá de edificarse sobre las ruinas del antiguo sistema. Y, está por verse la viabilidad del nuevo modelo. Los beneficiarios de las ayudas podrán ciertamente consumir más productos y más servicios. Pero ¿se puede mantener un esquema basado en subsidios que se otorgan gracias a los impuestos cobrados a los sectores que sí producen? ¿No es esencialmente pernicioso este patrón? Una vez más, hay que decir que el Gobierno no administra recursos suyos sino que reparte el dinero de los bolsillos de los contribuyentes. La gente da la impresión de no entenderlo.
En economía existe un concepto, el de la “destrucción creativa”, difundido por Joseph Schumpeter, un economista austriaco de corte desaforadamente liberal. Se refiere al costo que tiene la
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El Gobierno reparte el dinero de los bolsillos de los contribuyentes
innovación: los procesos impulsados por los individuos emprendedores terminan por destruir las viejas empresas y los antiguos modelos de negocio. Es algo que percibimos todos los días con inquietud: tememos grandemente las consecuencias derivadas de la robotización en las cadenas productivas, de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías.
Ese mundo futuro nos resulta perturbador por desconocido. Por el contrario, lo de la realidad que será construida por la 4T es más inmediato y palpable: no tendremos, por lo pronto, un aeropuerto de clase mundial sino una terminal aérea mal ubicada y lejana; no participarán inversores privados en nuevos proyectos de exploración de Pemex; no se utilizará la técnica de fracking para explotar los enormes yacimientos de hidrocarburos que tiene nuestro país…
¿Qué es lo que sí vamos a tener? Ya lo veremos. Me temo que no será algo muy bueno.