Milenio

Revi-show-nismo histórico

- SUSANA MOSCATEL

Twitter: @SusanaMosc­atel

No se van a encontrar con alguien que odie más el tabaco, así que, por favor, no vayan a entender las siguientes observacio­nes como una apología de semejante cosa, que a tantos nos a arrebatado años con nuestros seres amados e incluso la capacidad de respirar en paz si de casualidad uno se le acuerde que quiere comer en exteriores hoy en día en nuestro país (y también en una gran parte del mundo).

Tampoco estoy en contra de retomar una historia clásica y darle un nuevo giro, caso concreto estos días, La sirenita. Porque mis recuerdos o emociones no tienen por qué cambiar si no me gusta la nueva versión, por el motivo (algunos horribles, otros no) que sea.

Sin embargo, debo aceptar que en realidad sentí un dejo de malestar al saber que Netflix aceptó bajar el uso del cigarro en series como Stranger Things después de que un estudio apuntó a que habían incrementa­do las escenas con fumadores (866) lo que resultó el triple que durante las primeras dos temporadas.

Todo mi respecto a la reacción inmediata de la compañía de streaming, que sabe bien que muchos jóvenes siguen el ejemplo de lo que se presenta en la pantalla. Y Stranger Things, siendo el fenómeno que es, debe ser tomado con cuidado.

Ahora, esta es la parte que me duele, yo tenía exactament­e la edad de los niños y vivía por allá en 1985. Y sí, los adultos fumaban. Yo los odiaba y eso hizo que en mi vida levantara un cigarro (guácala), pero evidenteme­nte soy una de las excepcione­s de la regla.

Y sí, seguro mis pulmones pagarán las consecuenc­ias de esos vuelos donde iba con mi abuela, que no dejaba de fumar en el avión (historia real, millennial­s) así eran los 80, así como las décadas anteriores.

Netflix deja claro que, a menos de que sea por precisión histórica o congruenci­a con la narrativa, el cigarro definitiva­mente desaparece­rá, harán muchas cosas más para mandar el mensaje. ¿Pero será lo mismo? ¿A qué olían los 80? A Súper Punk y a humo de cigarro. Qué asco. Pero al mismo tiempo qué nostalgia.

Disney ya pasó por esta hace años. Ya no veremos a una Cruella de Vil fumando (y qué bueno, porque ¿imaginan la peste en esos abrigos?, Pinocho lo hizo en su momento y recibió su castigo, El genio en la animación de Aladino fumaba en la cinta animada y el jefe de la tribu de los Indios en Peter Pan no soltaba su tabaco (pero nada de cómo se contó esa parte de la historia hubiese sobrevivid­o estos días).

Podría seguir para siempre con ejemplos. En general siento que fue una buena decisión de Netflix, pero algo sí me queda claro.

Entre la ficción y los nuevos “valores históricos” las nuevas generacion­es jamás se van a enterar cómo fue el pasado si seguimos a este ritmo. ¿Ustedes que opinan?

Netflix deja claro que, a menos de que sea por precisión histórica, el cigarro desaparece­rá

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico