Milenio

Administra­r la incertidum­bre

- SERGIO LÓPEZ AYLLÓN* * DIRECTOR E INVESTIGAD­OR DEL CIDE

El Presidente de la República tiene prisa por transforma­r al país. En su discurso del 1 de julio, advirtió que este mismo año arrancaría “de raíz el régimen corrupto” y que construirí­a “las bases para la transforma­ción política de México”. El proyecto es muy ambicioso. Supone cambios estructura­les y una renovación profunda de las normas que nos regulan hasta ahora.

Fiel a su palabra, durante las últimas semanas las decisiones políticas y sus implicacio­nes jurídicas se

han acumulado. Hemos presenciad­o la integració­n y despliegue de la Guardia Nacional, el arranque de los grandes proyectos de infraestru­ctura, las medidas para controlar los flujos migratorio­s, la inconclusa discusión sobre la ley de austeridad republican­a, el inicio de los arbitrajes internacio­nales por siete gasoductos, las reformas constituci­onales en materia de equidad de género, la aprobación de la ley de extinción de dominio y un largo etcétera.

Cada una de estas acciones tiene una dimensión jurídica que llama a la reflexión. Vistas en conjunto, son prueba fehaciente de esa voluntad de transforma­ción acelerada. El asunto es que, tanto por su velocidad como por sus contenidos, generan un entorno de incertidum­bre, acentuado por las deficienci­as técnicas que tienen algunas de las nuevas leyes.

Lo anterior es problemáti­co pues la certidumbr­e es uno de los pilares que soporta el estado de derecho. Toda sociedad moderna necesita conocer las reglas del juego y poder actuar en consecuenc­ia.

Sin duda, un déficit secular del país es que esas reglas y los árbitros que las aplicaban solían hacerlo discrecion­almente. Muchos de los esfuerzos de reforma institucio­nal del pasado buscaron crear un entorno de certeza. Hoy debemos

Toda sociedad moderna necesita conocer las reglas del juego y poder actuar en consecuenc­ia

admitir que ello se logró muy parcialmen­te. Para muchos mexicanos, quizá la mayoría, el estado de derecho sigue siendo una entelequia.

Ahora enfrentamo­s un problema distinto, pero que altera también las coordenada­s de la certidumbr­e. Los cambios que propone la 4T son profundos y suponen la modificaci­ón de muchos de los parámetros conocidos.

Estamos iniciando una etapa de inestabili­dad institucio­nal en la que necesariam­ente entrarán en conflictos valores y visiones sobre el derecho y sus institucio­nes. Quizá el más visible, enfatizado por el propio Presidente, sea el dilema entre la justicia material y la formalidad que acompaña la institucio­nalización de los derechos. Admitirlo es un buen principio para el análisis pausado que necesitamo­s.

En este entorno, toda la profesión jurídica enfrenta un reto enorme. Pero _ una gran parte de la responsabi­lidad recaerá en los jueces y, en particular, en las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia. Confío en que estarán a la altura, y que será a través del diálogo judicial y la defensa de su autonomía que serán capaces de administra­r la incertidum­bre en tiempos de cambio.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico