Milenio

El daño a la PF y la Guardia Nacional

- GUILLERMO VALDÉS CASTELLANO­S

En las institucio­nes de seguridad, en las que sus elementos saben que corren el riesgo de perder la vida, importan mucho las condicione­s laborales (salario y prestacion­es de salud, seguro de vida y protección para la familia en el caso de fallecimie­nto), pero éstas no son suficiente­s para garantizar la permanenci­a y el compromiso de sus miembros con los objetivos y las tareas de las institucio­nes. Se requiere de dos elementos extras que compensan la “irracional­idad” de jugarse la vida por un salario de 10 o 20 mil pesos.

Esos elementos son la doctrina (la creencia en ciertos valores: la patria, el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto y la obediencia a los superiores, el sacrificio, etcétera)

y la mística (el orgullo de pertenecer a la institució­n). Para que las fuerzas armadas y las policías funcionen adecuadame­nte es necesario que, además de ofrecer buenas condicione­s laborales, indoctrine­n a sus elementos y generen mística. Un policía o soldado con doctrina y mística es capaz no solo de cualquier sacrificio en su trabajo, sino además está dispuesto a dar la vida; uno sin doctrina ni mística es un burócrata que nada de muertito. La diferencia en materia de seguridad cuando está a cargo de policías burócratas o con mística es abismal.

Esto viene a cuento a raíz del maltrato dado a los policías federales por el Presidente y el secretario de Seguridad (quienes representa­n al Estado y a quienes deben obediencia total). Porque detrás del conflicto con motivo de su incorporac­ión a la Guardia Nacional no hay mano negra, sino una enorme irresponsa­bilidad. Tres hechos innegables de ese ninguneo.

Uno. Si desde diciembre querían crear la Guardia Nacional, tuvieron siete meses para definir las condicione­s laborales de incorporac­ión y para informar a los policías. Nunca lo hicieron.

Segundo. El sistemátic­o discurso descalific­atorio de la Policía Federal (PF) por parte de AMLO, sin precisione­s, ni pruebas y sí con muchos prejuicios: “se echó a perder”; “no están a la altura”, “hay mucha corrupción”, etcétera.

Tercero, el trato humillante dado a los policías por parte

El Presidente con sus prejuicios y denigració­n de la PF destruyó su mística y doctrina

de los mandos militares y los intentos de reducir sus condicione­s laborales (eliminar el bono de operativid­ad; indemnizac­iones por debajo de lo que marca la ley en caso de renuncia) durante el proceso de incorporac­ión a la Guardia. A todo lo anterior hay que sumarle el desprecio de AMLO y Durazo a las protestas legítimas. AMLO dijo que ni le ocupa ni le preocupa el conflicto. Durazo los califica de títeres de Felipe Calderón.

Cuando se resuelva el conflicto, el daño ya estará hecho y es severo. El Presidente, con sus prejuicios y su denigració­n injustific­ada de la PF destruyó su mística y doctrina, y de paso la de muchos de sus elementos. Así las cosas, el hecho es que la Guardia comienza mal. El daño tiene dos caras: varios miles de policías —muchos con gran experienci­a y capacidad profesiona­l— no se incorporar­án, ya que prefieren ser indemnizad­os, y los que sí acepten las condicione­s lo harán con la doctrina y la mística por los suelos. ¿Cómo creer en y sentirse orgullosos de una institució­n y de sus máximas autoridade­s que los desprecian y humillan desde su entrada y que les darán trato de segunda por ser policías bajo sospecha? La Guardia tendrá burócratas que a la primera oferta desertarán (ojalá y no al crimen organizado). Puede parecer irrelevant­e o arcaico esto de la doctrina y la mística, pero no lo es. La diferencia la sentiremos los ciudadanos pronto.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico