El duelo de los “Hacienda Men”
La voz de la certeza se apagó en Hacienda”, me dijo un funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) apenas pocas horas después de que se conoció la renuncia de Carlos Urzúa. “Se podrá quedar Arturo Herrera, quien es confiable como funcionario y como experto en finanzas, pero el golpe que ha recibido la 4T es brutal”.
Así se recibió, al interior de la primera línea de los funcionarios de la cartera,
el anuncio de la salida del primer miembro del gabinete legal del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Más allá del efecto en los mercados, tanto interno como externo, que no se hicieron esperar después de su carta, la renuncia de
Urzúa ha sido un gancho al hígado al cuerpo de la administración federal.
Nadie, salvo Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, servía como un elemento de cohesión entre la comunidad financiera internacional y el equipo del nuevo gobierno. “Pero a Romo ni siquiera lo vimos venir a presentarse”, me dijo el mismo funcionario.
Sin embargo, el peso del ahora ex secretario no provenía tanto de su relación con banqueros internacionales o líderes de organismos multilaterales (características que de cualquier forma deben revestir el perfil de un ministro de Finanzas), sino del peso específico y la confianza que debía instilar dentro del equipo hacendario desde que asumió.
“Con Carlos Urzúa, muchos de nosotros, que somos funcionarios del middlemanage
ment de Hacienda, estábamos confiados en que las aguas de las metas y políticas públicas de la secretaría no se iban a agitar”, me confió mi fuente bajo la condición de no revelar su identidad.
“No solo es la cuestión de enfrentar el día a día de las actividades hacendarias del país, porque para ello hay elementos profesionales, de carrera y de sobra. Lo que importa ahora es la ‘cuota’, el ‘impuesto’ de confianza que nos imponen los mecanismos multilaterales”, me dijo. Entre ellos hay cuestiones fundamentales que el equipo de Hacienda ha manejado, inclusive a través de administraciones variopintas.
Una de ellas es el “Equipo Hacienda Men”, como conocen fuera de México a los integrantes de la SHCP que negocian por ejemplo las coberturas petroleras que tan buenos réditos le han reportado a Pemex y a la propia SHCP desde hace más de una década. “¿Cómo vamos a llegar ahora a negociar con representantes de bancos durísimos, de los más tough (recios) en su mercado, las mejores condiciones para las coberturas de Hacienda ante la volatilidad del mercado internacional del crudo?”, se pregunta mi fuente, “más bien estamos viendo si nos vamos a la IP”, pensando más en la subsistencia antes que en la carrera en el gobierno. “Más bien veo la oportunidad de que muchos de este equipo sean reclutados para negociar para otras soberanías… así de importante es ese equipo”.