Los costos del “punto final”
Como en tantas otras cosas, nadie podrá reclamar al presidente López Obrador no estar cumpliendo una promesa de campaña.
En su libro 2018: La salida, publicado a finales de 2017, ya lo decía: “Ahora, de nueva cuenta decimos a los integrantes del grupo en el poder que a pesar del gran daño que le han causado al pueblo y a la nación no les guardamos ningún rencor y les aseguramos que tras su posible
derrota en 2018 no habrá represalias, persecución o destierro para nadie; simplemente les pondremos un hasta aquí a quienes persistan en abusar de los débiles”. Y más adelante queda más claro: “Respetamos quienes sostienen la máxima de ‘ni perdón ni olvido’, pero no lo compartimos”.
El viernes y lunes enlama ñan era, respondiendo a preguntas con base en varias investigaciones periodísticas, el Presidente ha insistido en
“que no es mi fuerte la venganza, que pensaba importante el poner un punto final, que esa era mi postura, no desatar la persecución a los responsables del saqueo y ver hacia delante”. Tal vez el único matiz de aquella promesa es que ahora le gustaría hacer una consulta para preguntar si se emprenden acciones, pero solo contra ex presidentes.
El problema político tiene que ver con que, en estos meses, el discurso gubernamental ha insistido a más no poder en que todos los males del país tienen que
No se puede culpar al pasado sin consecuencias
ver con el cochinero heredado. Es más, que el cochinero es mucho peor del o que habían imaginado antes de llegar al gobierno y tener los datos frente a ellos.
En las mañaneras, pero también en muchos discursos y entrevistas de otros funcionarios del gobierno, la letanía es la misma, el pasado fue el desastre absoluto, si no se han dado los resultados prometidos es porque hay mucho que limpiar. Seguro es cierto.
Pero, en la medida que la economía no reaccione, que la seguridad siga como está, que siga saliendo información sobre los abusos, corrupciones, omisiones del pasado, ¿cómo se podrá sostener la idea del “punto final”? ¿Cómo se sostiene frente a la ley?
No es deseable, yenes to tiene razón el Presidente, que haya chivos expiatorios o culpables a modo.
Pero no se puede poner sobre el pasado la responsabilidad de todo lo malo y que no haya alguna consecuencia. Políticamente, el costo podría ser insostenible.