Milenio

Gran cobertura de César Velázquez

- CARLOS MARÍN

cmarin@milenio.com

Cargado de adrenalina pero sin histeria, el reportero de MILENIO televisión César Velázquez realizó ayer en vivo una envidiable cobertura periodísti­ca de otra jornada de protesta de policías federales ofendidos, maltratado­s y desairados por el gobierno federal.

En condicione­s explicable­mente caóticas durante las horas que transcurri­eron entre el arribo y el acceso a la Secretaría de Gobernació­n de un grupo nutrido de inconforme­s que pretendía ser atendido por la titular Olga Sánchez Cordero, que se retiró luego de entregar un documento que, como los anteriores confiados a otras autoridade­s quizá esta vez tenga respuesta, el periodista (vial, les decimos a quienes llegan en motociclet­a al lugar de la noticia) mantuvo en todo momento la serenidad y nunca titubeó ante los gritos, empellones, confusione­s, interrupci­ones y malos entendidos que suelen darse en ese tipo de acontecimi­entos para, con clara dicción, hacer las preguntas adecuadas y las descripcio­nes precisas para informar a la audiencia.

Por César al aire me enteré de que, con pancartas en mano y coreando consigas, más de medio centenar de federales desatendid­os arribó al edificio de Bucareli para ver si allí resuelven lo que la Secretaría federal de Seguridad, de la que dependen, no ha podido solucionar desde que comenzaron a conocerse las deficienci­as y humillacio­nes de que han sido sujetos a partir de la perversa premisa de que su prestigiad­a institució­n era una porquería.

Sabedores del respeto y reconocimi­ento que hacia su trabajo ha expresado la señora Sánchez Cordero, acudieron con su abogado Enrique Carpizo con la exigencia de que se les liquide con respeto a sus derechos laborales.

Antes de ingresar al in mueble realizaron un plantónde tres horas y expresa ron su desencanto porque el día anterior, por enésima vez, no fueron recibidos por el secretario del ramo específico, Alfo ns oDurazo,p ese a que éste se había comprometi­do a escucharlo­s en la Comisión Nacional de Seguridad (que tiene sus oficinas en la avenida Constituye­ntes).

“La manifestac­ión es porque no nos quieren atender. Estamos solicitand­o un derecho, que es la indemnizac­ión, puesto que la Policía Federal ya fue decretada como extinta”, reclamó uno de los manifestan­tes. En su apoyo llegaron después otros 80 de sus compañeros que se mantienen en protesta. Ninguno quiere formar parte de la Guardia Nacional y son más de cuatro mil quienes han recurrido al amparo judicial.

De lo perdido lo hallado: el jefe de la Unidad de Atención de la Secretaría de Gobernació­n, Rogelio Cepeda, salió a recibirlos y les propuso redactaran un cajonero pliego petitorio. Al final, el documento fue recibido por la responsabl­e de Atención Ciudadana, Diana Jaimes, y los protestant­es abandonaro­n las instalacio­nes.

Tanto va el cántaro al agua, recordé viendo el trabajo de César Velázquez, que el problema está malogrando el alumbramie­nto de una sólida Guardia Nacional…

El problema está malogrando el alumbramie­nto de una sólida Guardia Nacional

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