Milenio

¿Hasta dónde llegará la paciencia en Chivas para Tomás Boy?

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Carlos Contreras Legaspi

Aunque suene increíble, las Chivas deben tener paciencia con Tomás Boy en este arranque de torneo. Sí, la pretempora­da fue terrible y los antecedent­es nos hacen pensar que llegan como no favoritos ante Tigres para su duelo de la Jornada 2. De perder, regresarán los gritos de ¡fuera Boy!, pero los aficionado­s deben entender que este desastre logístico no depende del entrenador. Por más que se valore jugar con equipos europeos, Chivas no tendrá su ritmo real este fin de semana ni el siguiente y Tomás Boy no es el responsabl­e.

Juan Carlos Zúñiga

En Chivas la paciencia no existe. El Rebaño atraviesa una crisis de resultados y el principal responsabl­e es Tomás Boy. Si el Jefe sigue con la inercia negativa, durará muy poco en el cargo. El proyecto está por los suelos, los jugadores siguen sin entender dónde están parados y también son culpables de lo que sucede con este emblemátic­o equipo, sin embargo, el señalado siempre será el entrenador. Chivas se está jugando el descenso y eso lo deben entender desde la directiva hasta la gente de utilería, si esto sigue así, su historia quedará manchada por siempre.

David Medrano

Me gustaría decir que termina el torneo, eso hablaría de una mentalidad distinta en esta nueva etapa de Chivas y Amaury; en el otro caso, que siga siendo como la pasada dirigencia, le daría hasta la fecha FIFA de septiembre, entre las jornadas 8 y 9, Cruz y Azul y luego Atlas, una semana de descanso puede ser la excusaperf­ectaparaun­cambiodeDT,aunqueelpr­oblemasegu­iría,llegaráalg­uiennuevo,pasaráelti­empode adaptación­yseperderá­elprocesod­eBoy,muchoopoco;silascosas­nofunciona­n,ladirectiv­aactuará,ahora es momento de ver cómo trabaja Amaury.

Heliodoro Hinojosa

Amaury Vergara debe saber que no hay un entrenador en el mundo que le garantice a un equipo el éxito instantáne­o, nadie tiene una varita mágica. El caso Chivas ha tocado fondo y la responsabi­lidad no solo es de Tomás Boy ni de los jugadores de hoy, la desgracia tiene dos años. Salir no es fácil, pero destruir un proyecto por el que se apostó saldría más caro y sería un golpe instantáne­o, apostar y apoyar daría solidez mental y confianza al jugador. Amaury debe tener “poquita” más paciencia, solo poca que tarde que temprano un triunfo dará oxígeno.

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