La forma del agua
Japón promete, como todas las sedes, organizar los mejores Juegos Olímpicos de la historia. El último referente asiático, Pekín 2008, dejó la llama muy alta. Superarlos será responsabilidad de la inigualable imaginación y tecnología japonesa. Sin embargo, hay un punto en donde los Juegos de China parecen
inalcanzables. Entre la majestuosa arquitectura de su Centro Acuático y el Nido del Pájaro, nacieron dos atletas que hicieron parecer pequeñas aquellas monumentales estructuras: Michael Phelps y Usain Bolt. En la vida de los Juegos hay cuatro elementos fundamentales para impactar a la humanidad: su inauguración, su clausura, los movimientos sociales y políticos que les acompañan y sus inolvidables figuras.
La buena noticia para Tokio es que a un año de distancia, encontró al hombre que la representará. De lo contrario, estos Juegos correrían el riesgo de ser recordados por la robótica. La agenda del COI para 2020 incluye el nacimiento de un nuevo dios que promoverá el espíritu olímpico. El estadunidense Caeleb Dressel, portentoso en el Mundial de Budapest 2017, donde ganó tres medallas de oro en menos de dos horas: 50 metros estilo libre, 100 metros mariposa y el relevo de estilos 4x100; y en total, acumuló siete medallas doradas durante el campeonato; lleva en sus espaldas la etiqueta de inmortal.
La natación, semillero de seres mitológicos, hoy tiene la patente del atleta de época
Con apenas 22 años, vuelve a marcar el ritmo de la natación en el Mundial de Gwangju. Sus registros de los últimos días pronostican un fenómeno meteorológico que removerá la nostalgia causada por el retiro de Phelps. Dressel es capaz de provocar el oleaje necesario para arrasar con Tokio y convertirse en uno de los grandes ídolos del deporte olímpico. La natación, semillero de seres mitológicos, hoy tiene la patente del atleta de época.
No sucede lo mismo con el atletismo, donde la vacante de Usain Bolt permanece desierta. Mientras a Phelps le crece una pequeña sombra, a Bolt no hay forma de encontrarle relevo en miles de kilómetros a su alrededor. Natación y atletismo, que soportaron los vendavales y torbellinos causados por el doping y el poliuretano, son los capiteles que sostienen y detallan la bóveda olímpica. Por ahora, parece que el agua encontró su forma.