Que los manden por los chescos

Despuésdevercontododetenimientolosreportes periodísticos y haber escaneado con delectación los videos disponibles sobre los crímenes en la plaza Artz Pedregal, he llegado a algunas conclusiones que quiero compartir con ustedes, gentiles lectores: que todo esto parece un homenaje a las películas de Viruta y Capulina, El Santo vs. Las mujeres vampiro y La risa en vacaciones.

O sea, por principio, desde el Titanic no se había visto un lugartanfifícontanmalasuertecomolaplazaArtzPedregal, a la que solo le falta que le caiga un Apocalipsis zombi y una beatífica pelea de Alejandra Guzmán y su hija. Y es que no es solo el derrumbe y la balacera que le ha tocado a esa geografía ignota que parece azotada por el rencor de los dioses, sino que el mismísimo Javier Coello Trejo sea el apoderado legal, lo cual debe generar un karma muy rudo, sobre todo ahora que dijo que su cliente, LozoyaLozoyita,notardaenaparecersevestidode profeta, sí Chucha, cómo no.

Y por si fuera poco, ahí también tienen sus oficinas los abogados de Javier Duarte, algo que debe producir algún tipo de cataclismocósmico.Sobretodoahoraquesehansoltadolosvideos delasaudienciasdellíderdelaLocaacademiadeJavidús donde queda claro que los fiscales de la PGR peñista fueron sacados de un casting de Guerra de chistes y El perro Guarumo. Solo falta que el ex góber mañoso los mande por los chescos.

Pero eso no es nada, lo que en un principio era una historia

jairo.calixto@milenio.com @jairocalixto

Que Coello Trejo sea el apoderado legal de Artz debe generar un karma muy rudo

de amour fou que por una infidelidad devino tragedia, se convirtió en un capítulo de Los polivoces: Unos conocidos maleantesisraelíes,perseguidosporelMossad,fueroncondenados a muerte por la mafia israelí que para tal tarea recurrió a losserviciosdelamafiamexicanaalaquesuponíaprofesional en la materia. Y para demostrar eficacia mandaron para tal misión a una chica con evidente sobrepeso que, después de cumplirelmandatocontraestosvillanazos hiperentrenados, se iba cambiando de ropa y arrojando pelucas por el Periférico trepada en chanclas, mientras echaba el bofe, hasta que, para colmo, la detuvo un policía de esos que no agarran ni una enfermedad en una orgía. Es decir, un espectáculo peripatético que no se le hubiera ocurrido ni a los productores de No manches Frida 2. Ya lo único que faltaba es que apareciera Juan Collado vendiendo acciones de la Caja Libertad.

A ver si Omar Chaparro y Derbez no quieren hacer el musical.