Presiona López Obrador para cambiar la forma de gastar
El Presidente de México se movió rápidamente para centralizar la toma de decisiones en sus manos y consolidar un nivel de mando sin precedente ahora que finalmente encabeza el Poder Ejecutivo
Parado junto a un productor de caña de azúcar que utiliza una prensa de madera tirada por caballos para exprimir el jugo hacia una cubeta de plástico, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio una demostración de su visión económica del mundo.
En una visita a La Huasteca la semana pasada, cerca de la región del Bajío, que es la potencia de fabricación de alta tecnología de México, el presidente nacionalista de izquierda —quien se enorgullece de no tener una chequera o una tarjeta de crédito— ensalzó las virtudes de los micronegocios artesanales que, dijo, eran “tan o más importantes”entérminosdecreación de empleos y desarrollo que las grandes empresas.
“Esta es la economía que estamos impulsando”, dijo y bebió su jugo de caña.
Un día después de su viaje, abruptamente despidió al director del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la agencia a cargo de la medición de la pobreza y de la evaluacióndelosprogramassociales que son el pilar de su gobierno que ya cuenta ocho meses.
El despido de Gonzalo Hernández, cuatro días después de que escribióunaeditorialenlaqueaseguró que los recortes presupuestales estaban paralizando la capacidad de la agencia para realizar sus funciones, fue el más reciente en una purga de tecnócratas e instituciones que el Presidente dice que son corruptos, derrochadores o un obstáculo para su transformación de México después de 36 años de las fallidas políticas “neoliberales”.
Pero algunos inversionistas y analistas temen que al perseguir la ilusión de un regreso a la era dorada del crecimiento de hace medio siglo, con el Estado firmemente en el asiento del conductor, el hijo de pelo cano de unos tenderos coquetea con el tipo de demagogia que puederegresaraMéxicoalpeligroso camino populista.
Hoy se publicarán los datos del PIB del segundo trimestre, los cuales se espera que muestren unaeconomíacercadelarecesión, después de una impactante conEl mandatario durante su más reciente visita a Minatitlán, Veracruz. Analistas económicos anticipan que el PIB del segundo trimestre será negativo, con lo que sumarán dos periodos en números rojos, algo que no sucede desde la crisis de 2009. -0.3 tracción a principios de año, la disminución en la creación de empleos y el nivel de construcción más bajo en 13 años.
Sin embargo, con los índices de aprobación tan altos como de 70 por ciento y su principal barómetro económico, el peso, que se mantiene estable en su paridad con el dólar, López Obrador se siente reivindicado en su prisa por tirar las políticas pasadas y reformar las instituciones en línea con sus creencias, sin importar a quién moleste.
El político de 65 años asumió el cargoendiciembredespuésdeuna victoriaaplastantequeleotorgóun enormemandatopopularyelcontrol de las dos cámaras del Congreso. Se movió rápidamente para centralizar la toma de decisiones en sus manos y consolidar un nivel de poder sin precedentes ahora que finalmente llegó a la Presidencia en su tercer intento.
En conjunto con su propia ética de la frugalidad, López Obrador presiona para cambiar la forma como muchos departamentos y agencias de gobierno gastan el dinero, con grandes recortes en los gastos operativos para permitir que más gastos sociales vayan directamente a las personas.
Pero las esperanzas de que demostraría ser un administrador pragmático de la economía —como lo fue durante su mandato como jefe de gobierno de Ciudad de México— se desvanecen rápidamente. López Obrador ya alarmó a los inversionistas al descartar un proyecto de aeropuerto de 13 mil millones de dólares parcialmente construido y seguir adelante con los planes de una refinería de 8 mil mdd que pocos en la industria petrolera creen que tenga sentido o que se puede construir a tiempo y dentro del presupuesto. Si bien sus objetivos de erradicar la corrupción y de que exista una distribución más equitativa de la riqueza son ampliamente elogiados, muchos temen que sus métodos signifiquen un regreso a las fallidas políticas nacionalistas de la década de 1970.
El estilo de confrontación de López Obrador ya lo puso en camino de colisión con los reguladores de energía, a quienes deses