No va a estar nada fácil

Habrá que esperar primero que se oficialice, con todas las de la ley, la salida de Agustín Marchesín. Todo indica que hoy o a más tardar mañana la directiva del Porto de Portugal podría anunciar el fichaje del ahora portero del América.

Una vez concretado lo anterior hay que ver si los comandados por Miguel Herrera hacen verídica la versión que indica que el sustituto del argentino quieren que sea Guillermo Ochoa.

Si esto es así, habría que centrarse en los aspectos que pueden convencer al portero titular de la selección mexicana de futbol de regresar a la Liga BBVA.

Ochoa se fue precisamente del América, hace ya varios años, no por dinero. Tenía ganas de jugar en el futbol europeo, tenía ganas de vivir en una sociedad menos estresada que la que le representaban no sólo la Ciudad de México sino otras como Guadalajara o Monterrey. Tenía ganas de formar su familia en un ambiente más sano.

Así es Memo Ochoa y así es porque así lo marcan las reglas de su entorno más íntimo. Memo ha ido de equipo modesto en equipo modesto. Primero en Francia, luego en España y ahora en Bélgica. No ha ganado grandes fortunas, pero vive feliz con su pareja y sus hijos.

Estar en estos equipos de bajo nivel no le ha afectado en nada para seguir siendo convocado por la selección nacional y para seguir figurando en Mundiales y Copas continentales con el representativo nacional.

Menciono todo esto porque hasta donde alcanzo a observar, esos valores que alejaron a Memo de México siguen muy presentes para él y su familia. Sus hijos son muy pequeños y siguen requiriendo esa vida apacible y alejada de la violencia que saben sigue presente en nuestra cotidianidad.

Así que no va a estar fácil que Ochoa acepte regresar a la Liga BBVA. Ni aunque el América le ofrezca mucho dinero. Quienes creen que Memo no duerme pensando en recibir ofertas de las Águilas está muy equivocado.

Así que no va a estar fácil que Guillermo Ochoa acepte regresar a la Liga BBVA