“Redondeando la idea: México no prospera, no crece nada”
Este no es un escrito sobre nada en particular. Disculpe usted la doble negación, me explico, escribo sobre nada. Tiene su gracia, no se crea. Escribir sobre algo que es nada no es fácil, para nada. Imagínese, la nada es eso que hay dentro de un hoyo negro, aunque reconozco que es incorrectodecirquees“eso”porquedentronohaynada, el caso es que los físicos así lo entienden. Explican que si uno deambulara por el espacio y se fuera acercando a uno de estos agujeros negros, los relojes se irían alentando hasta que desaparecería el tiempo y, si eso sucediera, tampoco existiría el movimiento, con lo cual, no habría nada. La ausencia, el vacío, el cero. La nada necesaria para que Dios creara el mundo de la nada, ni modo que en la creación ya antes algo existiera: no había nada; la exacta y misma nada indispensable para que Stephen Hawking nos describiera el Big Bang así, de la nada. Y también, la nada para que prosperen las más sutiles estrategias de comunicación, para que se tranquilicen los mercados, para que no nos vuelvan a bajar la calificación, para que no se declare la recesión y para que el Presidente haga un gran discurso sobre la nada. Bueno, sobre 0.1, que es nada.
Aunque dicen que en realidad era una nada todavía
más nada: que no era 0.1, que el Inegi dijo que México había crecido en este trimestre el 0.055 y que decidieron redondear a 0.1. ¿Redondear? ¿Pero qué no cuando uno reprobaba con cinco no importaba el decimal porque nunca subía a seis? El caso es que después se dieron cuenta que tampoco era 0.055 sino 0.053327 y pues, el siete sube el dos a tres y luego, pues eso, que ya,quesube.¡PorDios,oporStephenHawking,sienla tiendita redondean con un chicle, por qué aquí el 0.05 no puede subir a 0.1!
Una minúscula, diminuta, ínfima, cuántica discusión del 0.053 que la comunicación hizo ver kilométrica: los años luz que se mueven del –0.1 al 0.1. Con lo cual, México aporta una visión y una nueva tipología microscópica a las variables macroeconómicas: la nada buena y la nada mala.
Ya sabe usted, lo que por ahora funciona en México eslobinario.Elpueblobuenoyelmalo,yenellenguaje binariotodoseescribecon0o1. Peroestenisiquieraes uno, es 0.1. Bueno, por eso. Redondeemos la conversación. La noticia es buena y punto. ¿Punto uno? Punto.
Puntoquenosllevaalmargendeerror.¿Quénoesta cifra además de preliminar tiene un margen de error del +/-0.2%, con lo cual se podría ir más arriba pero también más abajo? Pues sí, pero lo mismo le pasa a las uñas, que también crecen 0.1 mm por día y puede ser que se rompan o que te las muerdas pero, al igual que nuestro PIB, crecen 0.1 al día. ¿Nuestro PIB crece lo que crece una uña?
La diferencia entre la nada buena y la nada mala la construyeeldiscurso.Lacomunicaciónhacevergrande la nada; le da dinamismo y rumbo a lo que está estancado; hace ver como la gran cosa, nada más y nada menos, que a la nada. Redondeando la idea: México no prospera, no crece nada.
La nada. Pregunta filosófica. Jean-Paul Sartre encontró una respuesta en El ser y la nada. Binomio fundamental de la existencia humana que en México se define como 0.1 “la nada” y como uno solo “el ser”, pero que tampoco escucha nada.
@olabuenaga