Que no se nos escape la tortuga
El viernes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó los datos de comercio exterior del primer semestre del año y el dato más poderoso fue que solo en junio pasado, el déficit con México fue el más alto en toda la historia entre ambos países: 9 mil 900 mdd. Esta cifra nos mantiene como el principal socio comercial de la economía más grande del mundo. Estamos en una posición iné di ta en toda la última década.
En este primer semestre cerramos con un crecimiento en el comercio con EU de 2.8%
que totalizó una balanza de 309 mil mdd. En segundo lugar quedó Canadá con 307 mil mdd. Los tres países además se encuentran en proceso de aprobaciones (aún sin fecha clara) para reemplazar el TLCAN por el TMEC. Con base al cierre de datos de esta primera mitad del año, México fue origen de 15% de las importaciones de Estados Unidos, Canadá de 14% y China de 13%.
Mucho de esta nueva posición en el ranking que estamos disfrutando se la debemos a la tensa relación comercial con los chinos y con nuevos fertilizantes, como el 10% de aranceles extras que les cobrará el gobierno de Donald Trump a partir del mes que viene.
Pero, a pesar de esta caída en el comercio con China, Trump no ha logrado —con su método de aranceles—bajar el enorme déficit comercial que tiene. “Es un objetivo político el de reducir el déficit con China, porque en realidad simplemente lo estamos trasladando a otros países y el resultado es que EU no muestra cambios en su balanza comercial”, dijo tras la publicación de los datos Michael Englund, economista jefe del think tank Action Economics.
Pero, aun y con un aumento en las exportaciones a Estados Unidos en este primer semestre del año en casi 6.3%, esta mayor demanda no se vio reflejada en los números internos de nuestro país.
“Me sorprende que las economías de México y E U ahora justo estén desligadas, cuando habíamos tenido un comportamiento muy cor relacionado. E U está creciendo de manera acelera doy nos debería de estar proveyendo crecimiento en al menos una parte del PIB. Esto significa que lo que estamos haciendo encasa no está funcionando como incentivo ni para la inversión ni para el consumo ni para las exportaciones”, me decía Moisés Kalach, director general del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales del CCE.
Porque a la hora de hacer números en México, la desaceleración de nuestra economía ha sido más fuerte que el impulso del que debería disfrutar con este nuevo puesto como el socio #1 de la economía #1 del mundo.
Las oportunidades hay que aprovecharlas, y si bien la guerra comercial con China tiene efectos colaterales en todo el comercio global, también es cierto que por un buen tiempo las cadenas de suministro de las multinacionales estadunidenses comenzarán (ya lo hicieron) a buscar alternativas cercanas y probadas.
Esperemos que, como decía Diego Maradona, no se nos escape la tortuga.