Sin cinco… pero con Gio
El América no solo perdió en este mercado de verano a jugadores de rol fundamental en su esquema debido al interés e inversión de otros clubes… la noche del pasado sábado registró la lamentable lesión del chileno Nicolás Castillo, quien cuando menos estará ausente de las canchas los próximos tres meses.
El alejamiento del goleador ex, entre otros, de los Pumas y el Benfica, se agrega a las partidas del veterano Oribe Peralta (ahora con las Chivas), Edson Álvarez (en el Ajax), Agustín Marchesín y Mateus Uribe, adquiridos por el Porto.
Así pues, el entrenador Miguel Herrera se quedó, sin necesariamente tenerlo contemplado, con lo que en el medio futbolístico se llama una columna vertebral.
La notable riqueza del plantel americanista, realmente sobrado de talento en el banquillo, ha permitido a otros jugadores que llegaron como figuras y empezaron a perder relevancia, volver a asumir un rol fundamental.
Pero el sábado pasado en el Estadio Azteca, ante los Xolos, el refuerzo más notable que trajeron los americanistas para este torneo, Giovani dos Santos, mandó un mensaje contundente de su calidad y, sobre todo, centrado en el aporte que puede dar.
En los minutos que jugó Gio, tras entrar de cambio precisamente por el lesionado Castillo a los 43 del primer tiempo, fue decisivo… Le regaló el segundo gol de su equipo a Renato Ibarra tras realizar una velocísima carrera por la banda izquierda… Y luego se encargó de por el 3-1 definitivo en una incursión al área rival tan vertiginosa como creativa, pues bombeó la pelota por encima de Gibrán Lajud, con un destello de magia.
Este es el Giovani que necesita el América y, por qué no, también la selección mexicana de futbol. De él va a depender mantenerse en esta condición. Si lo logra, el América estará encontrando un jugador decisivo al mismo tiempo que a un ídolo de esos que reclama la tribuna. Y de tantos ausentes pocos terminarán por extrañarlos.
Este es el Giovani que necesita el América y, por qué no, también la selección mexicana